26 abr 2014 / 22:00 H.
El Real Jaén jugará mañana una de esas finales que le restan para salvar la temporada en Segunda División. El club más representativo del deporte en la provincia defiende, en estas semanas, su posición en una categoría de élite a la que tanto esfuerzo dedicó para llegar. Los aficionados son conscientes de la dificultad de sobrevivir en una competición en la que las diferencias futbolísticas son mínimas y en la que lucha contra clubes fuertes en presupuesto e historia. El Real Jaén, con sus casi cien años de historia, pretende consolidarse en esta categoría para planificar, sin las angustias precedentes, su futuro deportivo. Con el reconocido apoyo de las administraciones local, provincial y autonómica, el club salvó varias bolas de partido y ahora, precisamente, en la cancha es donde debe consolidar sus opciones. De ahí que el aliento de todos los aficionados de la provincia sea necesario para despejar las lógicas dudas que tiene la plantilla tras unos resultados negativos que lo descolgaron de los puestos tranquilos de la clasificación. En estos momentos cruciales de la temporada es cuando más falta hacen esos intangibles que cambian dinámicas y que logran obrar pequeños milagros deportivos. No cuenta la provincia con demasiados clubes consolidados en la élite y es importante que los pocos que nos representan continúen abriendo camino para el resto.