ALICIA ARJONILLA SAMPEDRO. "os lazos interculturales nos enriquecen a todos"

CONCHI SÁNCHEZ
Es un conjunto de sencillez, entusiasmo y enorme vitalidad que se llama Alicia. Su infancia está llena de buenos recuerdos que se reparten entre Linares, donde nació; Jaén, donde ha vivido siempre, y Madrid, donde tiene una parte importante de su familia. “Tengo la suerte de tener una familia enorme, en número y en corazón a la que adoro”, asegura. Después de vivir seis años en Barcelona, volvió a Jaén y es aquí donde nació su hija Carla, que ha hecho que esté viviendo, junto a su marido, uno de sus mejores momentos.

    08 may 2011 / 10:40 H.

    —Profesora de ELE, ¿qué significado tienen estas siglas?
    —Forges nos dedicó una viñeta en la que nos define como psicólogos, lingüistas, guías turísticos, psiquiatras, traductores, actores, ponentes, animadores, educadores, escritores, dibujantes, gesticuladores, paseantes… Yo añadiría investigadores, emprendedores, buscavidas y contables, todo esto, aderezado con un punto de locura, da como resultado un profesor de Español Lengua Extranjera.
    —¿Qué motivaciones le llevaron a elegir esta profesión?
    —Desde pequeña he vivido rodeada de libros que mi padre traía a casa y, en el instituto, el interés por la lengua se convirtió en una vocación que me llevó a estudiar Filología Hispánica. Creo que fue en el segundo o tercer año de carrera cuando oí hablar de esta especialidad. Luego, el amor me llevó a Barcelona y allí me embarqué en esta maravillosa aventura.
    —¿Qué formación académica necesitó para desarrollar la docencia en esta especialidad?
    —Cursé la carrera de Filología Hispánica en la Universidad de Jaén (1998-2002). Durante estos años, asistí a diferentes cursos de formación para profesores de ELE en la Universidad Internacional de Andalucía en Baeza, hasta que, en 2002, realicé un Postgrado en Formación de profesores de ELE en la Universitat de Barcelona y, en 2009, me titulé en el Máster de Investigación en Didáctica de la Lengua y la Literatura de la misma universidad. Durante estos años, he alternado los estudios con el trabajo y con otros cursos de formación específica en el ámbito del español profesional y académico y, en un futuro, espero que no muy lejano, terminaré la tesis.
    —¿Dónde empieza a ejercer?
    —En Barcelona, primero con unas prácticas en la Escuela Oficial de Idiomas y luego trabajando para varias escuelas privadas. Desgraciadamente, esta sigue siendo una profesión laboral y económicamente inestable que obliga al profesor a pluriemplearse para llegar a fin de mes. Hasta que, en 2004, empecé a trabajar en Esade (Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas de Barcelona) impartiendo clases de español con fines específicos (español de los negocios, turismo, jurídico…).
    —¿Cuándo se incorpora a la Universidad de Jaén?
    —En el curso 2008-2009. La verdad es que fue una de esas decisiones que se toman en caliente. No sé qué habría pasado si lo hubiéramos meditado más… Me atrajo la idea de volver a casa, de reencontrarme con la familia y los amigos y, por supuesto, la oportunidad de participar en un proyecto serio y muy interesante. Hoy por hoy, creo que acerté. Trabajo en una profesión que me encanta, en un centro que me permite seguir desarrollándome académica y profesionalmente, me he estrenado como madre y, además, vivir en una ciudad como Jaén me permite poder compaginar mis dos pasiones: mi familia y mi trabajo.
    —¿De qué países proceden los alumnos a los que imparte clase?
    —De los cinco continentes. La mayoría son estudiantes europeos que llegan a la UJA gracias al programa Erasmus, pero también tenemos un grupo importante de estudiantes chinos y estadounidenses. Nuestras aulas se convierten en pequeñas comunidades plurilingües en las que se crean lazos interculturales que nos enriquecen a todos. ¡Imagina tener un pedacito de mundo entre cuatro paredes!
    —¿Qué aspectos son los que presentan más dificultad para los estudiantes chinos?
    —Difícil pregunta. De hecho, el departamento de español ya ha organizado dos (y estamos preparando el tercero) Encuentros Prácticos de Profesores de Español para Sinohablantes (EPES) con el propósito de responder, científicamente, este tipo de cuestiones. Son muchos los aspectos que requieren una atención especial para el alumnado chino, tanto lingüística como social o culturalmente. Por poner un ejemplo, las dificultades pasan desde construir una frase, hasta el desconocimiento de normas sociales básicas para su integración en la sociedad española.
    —¿Ha sido significativo el aumento de alumnado en el tiempo que lleva aquí?
    —Cada año son más los estudiantes extranjeros que llegan a nuestras aulas como resultado de una, creo que acertadísima, política de internacionalización de la Universidad de Jaén y del valioso boca a boca de los propios estudiantes que, en su mayoría, quedan encantados con la acogida y el trato que reciben dentro y fuera de la universidad.
    —¿Para realizar un grado o máster en la UJA es necesario el dominio del español?
    —A la UJA llegan estudiantes con niveles muy dispares. De hecho, un buen número de estudiantes viene con poco o ningún conocimiento de español, y no todos alcanzan un nivel de dominio. Nuestra labor consiste en dotarles de los conocimientos, habilidades y estrategias necesarias para cubrir sus necesidades personales, sociales, académicas y, en algunos casos, profesionales. A veces la progresión es sorprendente. He conocido alumnos que llegaron con escasos conocimientos del español y que, en un curso académico, han vuelto a sus países con un dominio increíble de nuestra lengua.
    —En el contexto educativo, además de la competencia lingüística, ¿qué otras competencias abordan?
    —Para desarrollar la competencia comunicativa del estudiante debemos trabajar tanto la competencia lingüística (sintaxis, léxico y fonología, como la sociolingüística, es decir, las condiciones sociales de uso de la lengua, por ejemplo, las normas de cortesía y la pragmática, o sea, el uso funcional de los recursos lingüísticos, por ejemplo, reconocer la ironía u organizar un discurso coherente y cohesionado, prestando especial atención al componente (inter)cultural.
    —¿Se ciñen al Marco Común Europeo de Referencia o proponen nuevos enfoques?
    —El Marco es un documento que proporciona una base común para que todos los usuarios de una lengua realicemos nuestras funciones coherentemente. De ahí la importancia de hacer uso del marco como lo que es, un documento de referencia. En este sentido, es la herramienta que utilizamos para diseñar los programas, distribuir a los alumnos por niveles o evaluar lo que deben ser capaces de hacer en cada nivel.
    —¿Qué capacidades deben controlar los alumnos para alcanzar un nivel adecuado?
    —Para desarrollar la competencia comunicativa, los estudiantes deben disponer de una serie de conocimientos, habilidades y actitudes que les permitan comprender y producir mensajes orales y escritos e interaccionar con un hablante de español.
    —En el año 2009 la UJA creó el Centro de Estudios Avanzados en Lenguas Modernas. ¿Cuál es el objetivo de este proyecto?
    —Se concibe como un centro de formación, investigación y asesoramiento lingüístico.