Alemania y Argentina se juegan la corona mundial en Maracaná

Argentina y Alemania se enfrentan este domingo en Maracaná (21.00 horas/Telecinco/GolT) en la final del Mundial de Brasil, el partido por excelencia para el planeta fútbol, en el que Messi buscará convertirse en Maradona, mientras que los germanos tratarán de volver a reinar 24 años después de su última conquista. La albiceleste acude al “partido de su vida”; los alemanes han hablado de “responsabilidad” dada su mayor experiencia. Dos maneras de entender el encuentro más decisivo cada cuatro veranos, el que todo futbolista sueña con jugar alguna vez en su vida. Y como no, Leo Messi, el cuatro veces Balón de Oro intentará completar su currículo.

12 jul 2014 / 22:00 H.


“La pulga” fue vital en la primera fase del campeonato y en el partido de octavos de final ante Suiza, gracias a sus cuatro goles que metieron a Argentina en la pelea. Sin embargo, su rendimiento se vio mermado en los dos últimos encuentros, donde no resultó tan determinante como de costumbre. El partido ante Bélgica lo resolvió un gol de Di María, mientras que la eliminación de Holanda llegó en la tanda de penaltis. El reconocimiento del rosarino siempre ha estado lastrado por sus bajas prestaciones con la selección, algo que podría hacer olvidar si consigue tocar el cielo de Río de Janeiro. En cuanto al once de Alejandro Sabella, la principal duda pasa por Di María, que ha trabajado a marchas forzadas para dejar atrás sus molestias musculares. En caso de no llegar el madridista, el seleccionador optará por Enzo Pérez, de los mejores ante Holanda.
El resto del once será el mismo que ha puesto a Argentina en la cuarta final de su historia tras las de 1978, 1986 y 1990, siendo la tercera oportunidad de proclamarse campeón. La albiceleste se agarrará al talento de sus hombres de ataque y a la sobriedad defensiva, sobre todo por las actuaciones de su portero Sergio Romero. El cancerbero del AS Mónaco, cuestionado por la falta de continuidad en la Liga francesa, se convirtió en héroe frente a Holanda, donde se disfrazó de Sergio Goycoechea, el guardameta que llevó a Argentina a la final de Italia’90, la última que disputó el combinado sudamericano.
Alemania, por su parte, jugó en 2002 su última final, en el Mundial de Corea y Japón, pero no pudo con la Brasil de Ronaldo, Rivaldo, Roberto Carlos y compañía. Aquella generación liderada por Oliver Kahn se quedó muy cerca de levantar el primer título mundial para los germanos tras la reunificación de 1989. Pero más cerca ha estado en los últimos ocho años, en los que ha acariciado nuevas conquistas tanto en el “Viejo Continente” como en los Mundiales. La Alemania de Joachim Löw, que ha evolucionado en base a la solidez del Bayern Munich de los últimos años, fue subcampeona de Europa en 2008 y semifinalista en Sudáfrica. En ambas ocasiones solo la España que cautivó al mundo pudo frenar su fútbol. En la Eurocopa de 2012 Italia la apartó de poder jugar una nueva final. En cualquier caso, Alemania siempre se ha distinguido por su capacidad competitiva, por su rigor y por su historia, la misma que le hace acudir como favorito a la cita con Argentina.