Alemania dice quién manda al BCE y frena el auxilio a España
Muchas voces han salido a la palestra en los últimos días para intentar frenar el ataque de los mercados a España. Entre ellas, la del presidente del BCE, Mario Draghi, ha tenido especial peso, ya que todos esperan las decisiones que el organismo que representa pueda tomar hoy.
Sin embargo, Alemania, a través de su banco central, el Bundesbank, dio ayer un golpe en la mesa para dejar bien claro quién manda en Europa y así frenar las expectativas sobre la capacidad del Banco Central Europeo de frenar el acoso especulativo. Unas palabras que se dejaron sentir en el parqué.
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, aseguró así que el banco central alemán tiene “una voz más fuerte” en el BCE que la mayoría de sus homólogos del resto de países de la Eurozona, al tiempo que insistió en que el instituto emisor europeo debe esforzarse por mantener su independencia y no “sobrepasar su mandato” de garantizar la estabilidad de precios.
En una entrevista realizada el pasado 29 de junio pero publicada ayer con motivo del 55 aniversario del Bundesbank, Weidmann señaló que en derechos de voto es cierto que el banco central alemán tiene el mismo peso que los institutos emisores del resto de países de la unión monetaria, pero añadió que él no diría que el Bundesbank es “solo uno de los 17 bancos centrales”. “Somos el banco central más grande y más importante del Eurosistema y tenemos una voz más fuerte que muchos otros bancos centrales en el Eurosistema. Esto significa que tenemos un papel diferente”, remarcó.
En esta línea, Weidmann también subrayó que el Bundesbank es el banco central “más activo” en el debate público sobre el futuro de la unión monetaria, algo que aseguró que es lo que esperan algunos de sus colegas. Por otro lado, el presidente del banco central alemán incidió en que el BCE debe hacer un esfuerzo por mantener su independencia para protegerse de una posible falta de voluntad política en la Eurozona, lo que exige que la institución “respete y no sobrepase su propio mandato”.
En este sentido, recalcó que lo que es “políticamente deseable” no siempre coincide con lo que es “económicamente prudente”. “Ya sea que estemos hablando de tipos de interés o de algún tipo de medidas no convencionales, al final siempre se reduce a que el banco central está siendo instrumentalizado por objetivos de política fiscal”, apuntó. Además, indicó que los políticos sobreestiman las posibilidades del BCE y “esperan demasiado”, asumiendo que puede ser utilizado no solo para garantizar la estabilidad de precios, sino también para promover el crecimiento, reducir el empleo y estabilizar el sistema bancario. En la bolsa madrileña, el Íbex 35 se dejó un 0,27% al cierre de la sesión y logró aferrarse a los 6.700 puntos (6.720 enteros), en una jornada que en la que llegó a perder más de un 2%.
Redacción / Sevilla