Alcalá la Real.- Grafismo para una tierra milenaria


Escenario de batallas en el pretérito, de fusión cultural en el presente y de frontera siempre, la Sierra Sur es la segunda parada del reto de enero. El resultado es una síntesis visual entre el pasado árabe y cristiano de la comarca y la belleza eterna de la flor de cerezo.
Día segundo.

    31 ene 2011 / 15:11 H.

    La ruta marca destino a la Sierra Sur. Ha comenzado a amanecer, pero la luna que anoche empezó a menguar aún domina el horizonte combatiendo la densa niebla bajo la que se esconde Alcalá la Real y que mantiene suspendida de un hilo mágico la fortaleza de La Mota. Este municipio es cabecera de partido de una comarca que está determinada histórica, cultural y socioeconómicamente por su carácter fronterizo. En el Medievo fue escenario de batallas entre el agonizante reino de Granada y la imparable ambición cristiana, y hoy por hoy le sigue debiendo al hecho de ser tierra de paso su espíritu multicultural.
    En esta ocasión, el muro que conduce hasta la ludoteca del Centro Municipal de Deporte y Salud es el espacio habilitado para que el artista linarense Miguel Ángel Belinchón realice su particular metáfora gráfica de la Sierra Sur, y la elección no puede ser mejor, se lee en la cara del grafitero. Poco antes de las diez de la mañana saca la primera de las tres fotografías que utilizará para realizar el mural y, con “la visión que le da el cerebro”, tan solo un minuto después, la cúpula de la abadía con la que los cristianos quisieron enterrar el pasado árabe de la ciudad ya despunta en la pared. Empieza así el camino hacia un realismo pictórico que impresiona, impone y “frustra”, como apunta el también artista orcereño José Ríos, sin apartar los ojos del mural y sacando su móvil para congelar el momento de la creación. Con una mirada en la fotografía y otra puesta en la pared, el linarense se afana con los ladrillos de la abadía y con sus tejas mientras un goteo de vecinos, usuarios del centro deportivo, se queda literalmente embobado y sobrepasado. Solo unos pocos se atreven a expresar con palabras lo que les dice el intelecto. Y es, como comenta riendo una mujer, “que tendríamos que quedarnos para hacerle palmas”. No se las hace con las manos, pero sí con sus palabras la alcaldesa alcalaína, Elena Víboras. Aplaude la iniciativa de Diario JAEN y que el municipio haya sido uno de los diez escogidos dentro del reto de enero, aunque no oculta que, cuando se lo comentaron, tuvo “treinta segundos” de duda y una retahíla de preguntas para asegurarse de que la experiencia tenía garantías de calidad. ¿Quién será el autor? ¿Es de fiar? o ¿de qué tipo de grafiti se trata? fueron las preguntas de la alcaldesa. “Estamos intentando que Alcalá sea un sitio con cierto nivel de modernidad y mimamos cada detalle”. Excusa así su primera reacción, pero, ahora, acompañada del coordinador provincial del IAJ, Carlos Hinojosa, y del director de Diario JAEN, Juan Espejo, y con La Mota bosquejada en el muro, reconoce que fue un acierto aceptar la propuesta. “Este grafiti simboliza la modernidad, la creatividad y el talento y ese es el camino que queremos seguir”, dice.
    Y mientras habla, la tierra sigue girando, las sombras retroceden en la explanada y las pinturas de aerosol van ganando territorio al blanco inmaculado de la pared  municipal. Luego vendrán la cruz calatrava, la majestuosa flor de cerezo y, por último, dos líneas curvas a cada lado emulando los tallos de una planta y llenando el vacío anterior. En unas horas, los “botes mágicos”, las manos y el cerebro del artista han dado a la pared la vida que, antes, pedía a gritos. Después, llega el momento de volver a casa y, casi con tristeza, se escucha murmurar al linarense: “Adiós muro. Mañana más, en Santisteban del Puerto”.