Alarde y defensa de una identidad y un sentir que surgen en la cuna

Nuria Fernández /Jaén
Los directores y las asociaciones de madres y padres de los distintos colegios e institutos de Mancha Real se coordinaron a la perfección para celebrar la fiesta escolar por el Día de Andalucía más grande de todas las acontecidas en el municipio.

    25 feb 2011 / 18:17 H.

    El punto de encuentro fue el gimnasio recién inaugurado del instituto Peña del Águila, que acogió a unas doscientas personas, entre los protagonistas de las representaciones artísticas encaminadas a ensalzar el día que sirve de unión a todos los andaluces y los familiares que acudieron a presenciar el espectáculo.
    Los escolares ganan en originalidad año tras año, y lo que se vio en Mancha Real fue un puzzle formado por lo que se entiende, desde distintas perspectivas, por ser andaluz. La alcaldesa de Mancha Real, Micaela Martínez, y la delegada de Educación, Angustias María Rodríguez, arroparon el acto con su presencia. Alejandro Mas, director general de DIARIO JAEN S. A.; Tomás Roldán, director gerente de DIARIO JAEN S. A., y Juan Espejo, director de Diario JAEN también asistieron para dejar constancia del compromiso de la cabecera por la cultura e identidad andaluza y la educación.
    El espectáculo arrancó de la superficie de la palabra Andalucía. Los más pequeños dieron una muestra de lo más representativo de cada provincia de cara al exterior, pero los niños de más edad fueron huyendo de la repetición y los tópicos para ahondar en el ser y el sentir andaluz y reivindicar una imagen más auténtica de esa comunidad que, según expresaron de distintas maneras, comprenden amar.
    Así, después de los discursos de las autoridades, subieron al escenario los niños del ciclo de Educación Infantil del colegio San Marcos, vestidos de rocieros y sevillanas, para dedicar una poesía a cada uno de los territorios andaluces con una gracia que levantó muchas sonrisas entre el público. También de los más pequeños fuero los que hicieron, con sus movimientos de brazos y caderas, que todos los presentes terminaran por adorar la canción “Al Andalus” de Bisbal, en la que el cantante almeriense se pasea en busca de su doncella amada por las distintas provincias. La bailaron divertidos mientras sus maestros, igual de salerosos, les ayudaban a seguir los pasos desde el público.
    El siguiente espectáculo también fue musical, aunque menos folklórico. Los niños del primer ciclo de Primaria interpretaron “Te quiero mucho”, de Ángel Parra, tema al que cambiaron la letra por “Andalucía” y que cantaron vestidos de bandera regional, con pantalones y camisa blanca y fajín y pañuelo verde anudado al cuello para reivindicar los colores de su patria chica.
    Los alumnos del colegio Sixto Siglertambién demostraron su arte. La primera representación corrió a cargo de un grupo de niñas de distintas edades, cada cual más guapa con sus vestidos de lunares, que bailaron una rumba que se había aprendido de memoria su maestra, con tanto desparpajo como ella, que no tuvo ningún problema para guiarlas desde la parte baja del escenario. También ella se mereció algunas palabras de admiración por parte de los espectadores.
    El siguiente grupo miró más hacia su propia tierra a la hora de decidir qué espectáculo les serviría para demostrar sus dotes artísticas. Un florido mantón de Manila y una sencilla falda flamenca les bastó a las niñas para bailar el baile de la reja. Los niños también se vistieron más campesinos, con un fajín bien ajustado y pantalones con tirantes, que siguieron el ritmo como auténticos profesionales de la danza. Incluso se permitieron el lujo de hacer alguna pirueta. Ellas, con el vuelo de sus faldas remangadas, hacían recordar al placentero ambiente de una antigua verbena popular.
    Fueron los niños del tercer ciclo de Primaria del centro San José de Calasanz los que cerraron la puerta a cualquier atisbo de imagen superficial y cavaron muy profundo para concluir que, como cualquier otro pueblo, el andaluz, tiene sus claros y sus oscuros. Se empeñaron, a través de una obra de teatro escrita con mucho mimo y corazón, con un tono reivindicativo y un montaje muy original para tratarse de niños de once y doce años, en desmontar las imágenes preconcebidas de los extranjeros. Uno de los alumnos interpretó a un “guiri” que trabaja para Google y se cree que todas las andaluzas son morenas, amables, risueñas y amantes del flamenco. Preguntaba a una lavandera por las supuestamente arraigadas costumbres que ella desmonta a medida que le va presentado a sus vecinos, hasta que el extranjero descubre que no hay gran diferencia entre sus conciudadanos y aquellos a los que visita. La versión cantada por Joan Manuel Serrat de “Caminante, no hay camino”, de Antonio Machado, cerró su actuación, junto con una escena preciosa que fue un alegato a la esperanza y al progreso.
    Después de un breve paréntesis, aprovechado por los representantes de Diario JAEN y la alcaldesa de Mancha Real para reconocer con un obsequio a los directores de los centros y los representantes de las asociaciones de padres por el esfuerzo realizado, subió al escenario toda una banda de música. Estudiantes de los dos institutos locales, Peña del Águila y Sierra Mágina, aunaron fuerzas para formar una agrupación para regalar a los asistentes obras como “Cielo andaluz”, de Marquina, o “Una noche en Granada”, de Cebrián. El espectáculo cambió de tono de forma radical cuando un trío del IES Sierra Mágina cantó una oda bilingüe a Andalucía —en francés y castellano— en forma de rap. Volvió a hacerlo cuando las alumnas del Centro de Educación Permanente Los Jardinillos se encaramaron al tablado para entonar los himnos de Mancha Real y Andalucía, que acompañaron los asistentes.
    También ellas fueron las encargadas de preparar el suculento manjar, elaborado a base de platos típicos —potajes, empanadas saladas y dulces, postres...— que hizo que el encuentro se prolongará más allá del mediodía.