"Al IES Antonio de Mendoza no se le ha hecho justicia"
—¿Cómo supo que se jubilaba?
—Lleva varios años la normativa por la que los docentes podemos jubilarnos de manera voluntaria siempre que tengamos, al menos, treinta años de servicio. Pensamos que con los recortes se iba a suprimir, pero pasaron los meses y cuando no me lo esperaba, ha llegado el momento de jubilarme.
—¿A qué se dedicará Antonio Heredia a partir de ahora?
—A la familia. Voy a ser abuelo dentro de unos días, así que echaré una mano a mi hija, que vive en Almería. También dedicaré tiempo a ordenar carpetas en mi despacho, a investigar y me gustaría ir al gimnasio y a hacer más deporte.
—¿Seguirá con la investigación?
—Sí, me gustaría indagar más sobre los niños expósitos. No sé si me animaré a hacer el máster o un doctorado o si investigaré por mi cuenta. Depende de las fuerzas, pues ya no rinde uno como antes.
—¿Con qué sabor se va?
—Me llevo buenos recuerdos, tanto de la etapa de tutor como de directivo, tanto de maestro como de profesor. Me voy con sabor agridulce, un poco triste porque, después de haber trabajado tanto tiempo con la administración educativa de la Junta de Andalucía, no comparto la política de planificación educativa que se ha hecho en estos últimos años, en los que el instituto Antonio de Mendoza, que es el que más solicitudes recibe, pierde unidades. El año pasado una y el próximo curso, otra. Estoy desilusionado. Al IES Antonio de Mendoza no se le ha hecho justicia. Me da rabia porque después de trabajar para hacer de este instituto un centro importante, se suprimen unidades.
—¿Cómo han cambiado alumnos y padres en estas décadas?
—Antes las familias eran más estructuradas y había más seguimiento de los padres por la educación de sus hijos. Eso se ha relajado. Ahora la sociedad es más permisiva y trabaja menos en valores como el esfuerzo. Sin embargo, aquí, los alumnos, menos una minoría, son respetuosos.
—Uno de los peores momentos fue un vídeo de Youtube sobre el IES Antonio de Mendoza.
—Solo mi familia sabe lo mal que lo pasé. Es un caso de mal uso de las redes sociales. Demuestra cómo se hicieron comentarios desde el anonimato a un proyecto bonito. Tras el vídeo sigue siendo un centro respetado.
—Se dice que pudo ser concejal. ¿Entrará en política?
—Soy simpatizante del PSOE. En su momento rechacé ser concejal. No puede decirse de esta agua no beberé, pero es algo que tengo cerrado. Decidí servir a mi pueblo a través de la educación.
—Lleva varios años la normativa por la que los docentes podemos jubilarnos de manera voluntaria siempre que tengamos, al menos, treinta años de servicio. Pensamos que con los recortes se iba a suprimir, pero pasaron los meses y cuando no me lo esperaba, ha llegado el momento de jubilarme.
—A la familia. Voy a ser abuelo dentro de unos días, así que echaré una mano a mi hija, que vive en Almería. También dedicaré tiempo a ordenar carpetas en mi despacho, a investigar y me gustaría ir al gimnasio y a hacer más deporte.
—Sí, me gustaría indagar más sobre los niños expósitos. No sé si me animaré a hacer el máster o un doctorado o si investigaré por mi cuenta. Depende de las fuerzas, pues ya no rinde uno como antes.
—Me llevo buenos recuerdos, tanto de la etapa de tutor como de directivo, tanto de maestro como de profesor. Me voy con sabor agridulce, un poco triste porque, después de haber trabajado tanto tiempo con la administración educativa de la Junta de Andalucía, no comparto la política de planificación educativa que se ha hecho en estos últimos años, en los que el instituto Antonio de Mendoza, que es el que más solicitudes recibe, pierde unidades. El año pasado una y el próximo curso, otra. Estoy desilusionado. Al IES Antonio de Mendoza no se le ha hecho justicia. Me da rabia porque después de trabajar para hacer de este instituto un centro importante, se suprimen unidades.
—Antes las familias eran más estructuradas y había más seguimiento de los padres por la educación de sus hijos. Eso se ha relajado. Ahora la sociedad es más permisiva y trabaja menos en valores como el esfuerzo. Sin embargo, aquí, los alumnos, menos una minoría, son respetuosos.
—Solo mi familia sabe lo mal que lo pasé. Es un caso de mal uso de las redes sociales. Demuestra cómo se hicieron comentarios desde el anonimato a un proyecto bonito. Tras el vídeo sigue siendo un centro respetado.
—Soy simpatizante del PSOE. En su momento rechacé ser concejal. No puede decirse de esta agua no beberé, pero es algo que tengo cerrado. Decidí servir a mi pueblo a través de la educación.
