'Al cielo' con el Cristo de Burgos en Cabra
Silvia Ruiz Díaz/Cabra del Santo Cristo
Los arrieros alzaron 'al cielo' al Cristo de Burgos y le prometieron devoción eterna. Los cabrileños, fieles a la tradición, acompañaron al lienzo en un desfile que contó con una presencia especial: los vecinos de Jimena, que se unen a la fiesta tras cuarenta años de ausencia.
Los arrieros alzaron 'al cielo' al Cristo de Burgos y le prometieron devoción eterna. Los cabrileños, fieles a la tradición, acompañaron al lienzo en un desfile que contó con una presencia especial: los vecinos de Jimena, que se unen a la fiesta tras cuarenta años de ausencia.
Del Ayuntamiento hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Expectación apenas hay unos metros. Sin embargo, en pocos minutos, se vive un cúmulo de emociones que ni siquiera pueden explicar aquellos que veneran al Santísimo Cristo de Burgos. Los vecinos de Cabra del Santo Cristo saben que, en el calendario, los días 15 y 17 de agosto están “en rojo” y los dedican, como manda la tradición, al venerado lienzo.
Los cultos incluidos en el programa de fiestas comenzaron a las doce menos cuarto de la mañana, cuando las autoridades locales recibieron a las hermandades en la Plaza de la Constitución. Como indica el alcalde, José Rubio, se trata de un acto muy agradable, que precede a la eucaristía y en la que, este año, estuvieron presentes responsables locales de Burgos; la Hermandad de Nativos Ausentes de Barcelona; la Cofradía de la Esclavitud de Cabra, y la del Cristo de Burgos de Jimena. El último caso, afirma el alcalde, es muy especial, ya que después de cuarenta años, es la segunda edición que Jimena se vuelve a unir por la devoción hacia la imagen.
Los colectivos fueron recibidos otra vez por la tarde, en el Ayuntamiento, justo antes de partir hasta la iglesia y vivir uno de los momentos más intensos del año.
En el templo, minutos antes del desfile, los arrieros —como se llama en el municipio a los costaleros— veneraron a su Cristo, que se muestra crucificado entre las penumbras. Luego salieron con el trono, agachados, y subieron el lienzo “al cielo” a la vez que la Asociación Cultural Musical de Cabra de Santo Cristo interpretaba el himno de España. En la procesión, destacaron marchas como “Esperanza columnaria”, “Callejuela de la O” o “Nazareno gitano”, y también un símbolo: el lazo negro que llevaban los componentes en recuerdo a un compañero, el menor de Cabra que, recientemente, perdió la vida al despeñarse el cuadriciclo que conducía.
Por otra parte, el escritor Juan Antonio Díaz abrió el domingo las fiestas con el pregón que ofreció desde el balcón del Ayuntamiento. Recordó que sus raíces están en el pueblo. De allí, le vinieron a la memoria sus atardeceres, los veranos llenos de actividades y la hermosura de las cabrileñas.