Ajustes democráticos
Desde JaÉn. He escuchado como todos los españoles los recortes (eufemísticamente ajustes), que va a efectuar el Gobierno en los servicios administrativos y asistenciales del Estado. Como casi todos lo entiendo como un ataque directo a los ciudadanos, pero más que el ataque al bolsillo, más me preocupa el ataque que, a mi entender, supone a la democracia el recorte en un 30% del numero de concejales de los ayuntamientos españoles.
¿Por qué ellos?, ¿por qué son lo más numerosos? y ¿por qué esa ratio? También pueden recortar diputados nacionales y autonómicos o senadores, por ejemplo aquellos que son elegidos a dedo por las comunidades, pero el recorte se hace a los concejales, ¿porqué? El sentido común me dice que en nuestra democracia el ayuntamiento es la administración más próxima al ciudadano y sobre la que más puede influir, y que con de nuestro sistema representativo y nuestra famosa ley d’Hont le será más difícil a las voces críticas, sean las que sean, acceder a los ayuntamientos, al gobierno más cercano y más responsable ante el ciudadano. El recortar el número de representantes, y por tanto, elevarse la cantidad de votos necesarios para obtener representación, creo entender que solo favorece a los grandes partidos, que así blindan su dominio de la vida pública desde el nivel local. Este gobierno y este sistema (da igual el color que tengan), se está haciendo cada vez más omnímodo, poco a poco no solo recortan nuestros derechos sociales, sino también políticos. Esta crisis es una oportunidad para perpetuarse en el poder, recortando nuestra democracia, sin que se note, letra a letra y empezando por el principio de la palabra, Demo (pueblo), que cada vez se hace más borrosa, para sustituirla quizás por Pluto (rico), o por Aristo (los mejores), eso sí poco a poco, para que no nos demos cuenta.
Juan Manuel Valera Ramiro