Aire limpio para frenar el mal de las llamas
Esperanza Calzado /Jaén
Cada vez son más los arquitectos que optan por las construcciones tipo atrio, un modelo moderno que confiere luminosidad y sensación de amplitud a las edificaciones. Así, inmuebles singulares y prestigiosos como hoteles, centros comerciales, estaciones de transporte público, terminales de aeropuertos e, incluso, auditorios, tienen en común estas imponentes galerías centrales, de gran altura, que contribuyen a su grandiosidad. Sin embargo, esconden una particularidad.

Cada vez son más los arquitectos que optan por las construcciones tipo atrio, un modelo moderno que confiere luminosidad y sensación de amplitud a las edificaciones. Así, inmuebles singulares y prestigiosos como hoteles, centros comerciales, estaciones de transporte público, terminales de aeropuertos e, incluso, auditorios, tienen en común estas imponentes galerías centrales, de gran altura, que contribuyen a su grandiosidad. Sin embargo, esconden una particularidad.
Al no contar con barreras arquitectónicas, en caso de incendio, el fuego y, sobre todo, el humo, se expande con mucha facilidad a los largo, ancho y alto del bloque. La consecuencia más inmediata es que se pone en peligro la vida de las personas están dentro en el momento de una tragedia.
La normativa actual se basa en métodos prescriptivos. Establece un conjunto de reglas y protocolos que no siempre tienen en cuenta las características de este tipo de estructuras. Por eso, se hacía imprescindible hacer una simulacro real, con llamas tan altas que alcancen los siete metros de altura, y observar, así, cómo se mueven las llamas y el humo. Son, precisamente, investigadores del Área de Mecánica de Fluidos de la Universidad de Jaén, los que se han encargado de experimentar, a escala real, el comportamiento del fuego en atrios de edificios de grandes dimensiones, con el objetivo de aumentar su seguridad. Este simulacro no se había realizado nunca antes en el Viejo Continente. Así, los profesores del Cándido Gutiérrez, Enrique Sanmiguel Rojas y Carlos Martínez Bazán, junto con investigadores del Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas (ICAI) de Madrid, tuvieron la posibilidad de trasladar sus datos numéricos a un acontecimiento único en Europa, en el que comprobaron la dinámica de un incendio en un recinto volumen muy importante, en este caso, en la Nave del Fuego del Centro Tecnológico del Metal de Murcia. El experimento muestra, en un principio, que los extractores de humo de estos inmuebles no son siempre eficaces. Normalmente se le suministra una determinada cantidad de aire limpio, cifra que se determinó sin haber experimentado nunca con un caso real. Sin embargo, la eficiencia del aire limpio que se le aplica a la llama desde abajo depende de cómo se suministre y gracias al trabajo realizado por los investigadores se puede mejorar. “Hemos querido comprobar qué es necesario para poder apoyar que esos diseños van a ser seguros y robustos. Hace falta demostrar que esos códigos son válidos para hacer ese tipo de simulaciones, y en eso estamos nosotros, a mitad de camino entre la ciencia aplicada y la ciencia fundamental de fuego. Es decir, estamos en desarrollo y validación de modelos numéricos”, argumenta Cándido Gutiérrez, uno de los investigadores que participan en el proyecto. La normativa establece que no puede introducir aire a más de un metro por segundo, pero eso no está basado en nada, ya que no se había experimentado antes. Lo que hacen los expertos jiennenses es, precisamente, llevarlo a la práctica y detectar que, incluso con velocidades de hasta tres metros por segundo, no tiene por qué afectar al fuego de manera negativa siempre y cuando se sea capaz de suministrarlo en condiciones simétricas de ventilación. Si se genera una corriente que haga girar la llama lo que se hará que el fuego se vea afectado y que el humo no intoxique tanto.
¿Cuál es el final de esta investigación? Nada más y nada menos que hacérsela llegar al legislador. Se formulan una serie de recomendaciones y criterios para que el diseño y acción en este tipo de instalaciones que, al final, supondrán un giro muy importante en las técnicas de protección de incendios conocidas hasta ahora. En definitiva, ayudarán a salvar vidas en el caso de que se produzca una catástrofe en edificaciones como aeropuertos, hoteles o centros comerciales.
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