Afán recaudatorio o “mala leche”
Jesús Abellán Ruiz / Desde Jaén. Soy uno de esos ciudadanos que solo cogen el coche una o dos veces al mes para ir a un centro comercial. El día 13 de marzo 2013, fue uno de esos días. Antes de ir al centro comercial, paré en doble fila en la farmacia de la calle Manuel Caballero Venzalá de la capital, donde mi mujer se bajó del coche para comprar un medicamento recetado. La parada no duró ni dos minutos y, además, yo me quedé dentro del coche y con el motor encendido.
Pasó el coche de recaudación, perdón, de multas automáticas y por lo que se ve me “echó” la foto. El motivo de la denuncia es el siguiente: “parar o estacionar obstaculizando gravemente la circulación”. Digo yo, que no sería tan grave la obstrucción de la circulación, cuando el Policía ni siquiera se dirigió a mi para decirme que me fuera, lo que hubiera sido su obligación para no incurrir en dejación de funciones (ya que el asunto era tan grave). Además esa calle es bastante ancha, y en ella no esta prohibida la parada.