Aemsa mira al futuro

En concreto, a finales de agosto, los trabajadores terminaron el pedido de la compañía Vestas. Para ello, la firma, también dedicada al sector eólico, realizó una auditoría en la factoría al contar con un proceso productivo propio. De esta forma certificó esos criterios, tal y como realiza en los lugares en los que tiene actividad. Así, tras la homologación que tuvo un resultado positivo a principios de junio, llegó la carga de trabajo. Incluso, se llegó a realizar una inversión en maquinaria. Una apuesta que dejó buena impresión entre la plantilla al considerar que su intención no era únicamente la de estar unos meses en el municipio. Por el momento, los trabajadores desconocen si desde Vestas quedaron satisfechos con la producción realizada en la planta de Linares.

“Ahora hemos cogido el pedido realizado por Gamesa, que desde la apertura de la planta fue nuestro principal cliente para otros dos meses. Lo que no sabemos son las expectativas con las que podemos contar a partir del 30 de octubre”, explica el presidente por Comisiones Obreras del comité de empresa de Aemsa, Jesús Alvarado. Precisamente, Gamesa alegó, cuando se realizó el anuncio del cierre de las instalaciones, los altos costes en logística que suponía el traslado de material que se produce en la fábrica.

Es por estas cuestiones por las que la intención del sindicalista es la de solicitar una reunión con la dirección de la planta, con el principal objetivo de conocer las previsiones que tienen de cara al futuro. Desde el comité de empresa también quieren saber lo que ocurrirá con los aproximadamente treinta trabajadores con los que se amplió la plantilla. Empleados que fueron despedidos el pasado 2013 y que se encontraban en la bolsa de empleo creada tras esas medidas. “El 31 de octubre es cuando les terminan los contratos, entonces de lo que se trata es de aclarar todas estas cuestiones”, puntualiza Alvarado. Los representantes de los trabajadores ya solicitaron el encuentro el pasado mes de julio, por lo que ahora convocarán la reunión con carácter urgente. Por el momento, indica el presidente del comité de empresa, el Expediente de Regulación de Empleo Temporal refrendado en asamblea el pasado 23 de mayo, que supuso la eliminación de la amenaza de cierre que Gamesa fijó, no está puesto en marcha: “Quizás la idea es que, si a partir de noviembre no hay carga de trabajo suficiente, no se renueven los contratos de esos trabajadores que se reincorporaron a la planta y para el resto aplicar el ERE”. Una medida que contaba con una duración de nueve meses y que, entre otras cuestiones, se dotó de un carácter rotativo para que los empleados no estuvieran durante más de cinco meses en el desempleo, tras lo que quedaron emplazados a que, aproximadamente, sobre febrero se analizaría el futuro que la fábrica de Aemsa tiene en el parque empresarial linarense.

Con el expediente —como recuerda Alvarado— los trabajadores perdieron muchos de los derechos que tenían adquiridos, como es el caso de los complementos. Pero el resultado fue el no cerrar la planta y quedarse en la ciudad. Para ello contaron con el apoyo, tanto de representantes municipales como de la Plataforma Ciudadana que, ante la pérdida de tejido industrial, mostraron su oposición a que cada vez quede más desolado el parque.