Adultos que conservan la ilusión de un niño en Reyes

Debajo del árbol de Navidad de cientos de hogares, después de la visita en la pasada madrugada de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, habrá miles de juguetes que colmarán de ilusión a los más pequeños de la casa. Pero no solo a ellos. Muchos adultos también se levantarán hoy temprano para abrir los paquetes que contienen los deseos que escribieron en sus cartas: juegos, materiales y piezas necesarias para desarrollar sus aficiones.

    06 ene 2013 / 09:59 H.

    Desde el clásico Scalextric o muñecas, a las figuras de los juegos de estrategia, son algunos de los regalos que alimentan las aficiones más extendidas entre los adultos.  Y es que no hay mejores fechas que estas para seguir haciendo crecer pasiones que nacen en la infancia y no mueren con la madurez. Los juegos no son solo cosa de niños.
    Pedirlos a los “bondadosos” Magos es una buena fórmula para darse un capricho en tiempos de crisis. Si algo tienen en común estas aficiones es que, al hundir algunas de sus vertientes en el coleccionismo o la competición, su práctica o desarrollo requiere de una considerable inversión. Por ejemplo, a la hora de montar un ejército para participar en juegos de estrategia, como son el Warhammer o los de modelismo histórico, hay que desembolsar, como mínimo, unos 300 euros. Cifra que se puede alcanzar poco a poco, comprando las figuras de forma espaciada. Un peculiar punto de vista es el que mantiene Bernardo Jurado, jiennense aficionado al modelismo estático: “Yo no creo que sea una afición cara, ya que la proporción entre lo que cuesta y las horas de entretenimiento y diversión están muy proporcionadas. Para verlo más claro, por ejemplo, se puede comparar con el cine. Son más de cinco euros, por apenas dos horas. Yo, con una nueva figura, obtengo mayor entretenimiento y satisfacción”.
    Precio similar al de un ejército de este tipo de juegos, entre 350 y 400 euros, tienen los aviones más básicos de aeromodelismo, otra de las grandes pasiones de los niños que cultivan los adultos. En estos casos, una nueva réplica puede alcanzar los 2.500 euros. Algo más barato sale descargar adrenalina a los mandos de un Scalextric.  La inversión de una pista se puede hacer desde los 60 hasta casi los 400 euros, pero, cada año, en Reyes, se pueden ir incorporando nuevos coches. De hecho, el presidente del Club Slot de Jaén, Juan Manuel Reyes, así lo asegura: “Todos los socios tienen como Reyes algún coche”. Y es que este es uno de los juegos favoritos de los niños desde que hace ahora medio siglo que apareciera el primer modelo. El ingeniero británico Fred Francis inventó en 1952 un sistema que permitía mover por control remoto coches metálicos en miniatura y, desde entonces, Scalextric no ha dejado de llevar a los hogares la emoción de las carreras. Medio siglo de competición automovilística a escala da para mucho, cosechando nuevos aficionados a los deportes de motor y cultivando la leyenda de un juego único cimentado en la pasión por la velocidad, la tecnología y las miniaturas bien ejecutadas. Aficionados que están a punto de cumplir ya la misma edad —o son mayores— pero siguen amando este popular juego.
    Otras de las preferencias de los adultos que se sumergen en el no tan infantil mundo de los juguetes son las muñecas —se opta, sobre todo, por el coleccionismo— y las casas de muñecas, ámbito en el que hay verdaderas obras de arte. De hecho, muchas mujeres aprovechan para retomar ilusiones  que de niñas no pudieron cumplir. A la hora de adquirir una nueva, las hay desde 120 euros, pero con los muebles y complementos, las de coleccionistas pueden alcanzar cifras considerables, no asumibles por muchos bolsillos. Pero, a pesar de estos inconvenientes de tipo económico, la afición puede mucho más. Es cuestión de prioridades. Sea como sea, lo que queda es la viva ilusión de grandes y pequeños por un día único, cuando la magia hace realidad los sueños.  Pepi Galera.