Adónde vamos

Creo que es una pregunta bien simple pero sobre la que aún no he tenido el gusto de recibir respuesta, es más cuando la formulo veo caras de extrañeza.

    09 mar 2012 / 15:45 H.

    Por lo que se ve y se oye, hay de los que piensan que sencillamente lo que hay que hacer es ahorrar “gasolina”, recortar gastos, economizar hasta la austeridad más espartana, aliviar peso aunque ello suponga dejarse en tierra a la abuela; por el contrario otros son de la opinión que lo que hay que hacer es no obsesionarse con el ahorro, consumir el depósito sin mucho miramiento, proseguir viaje aunque incómodos por la estrechez pero con el vehículo colmatado y que hasta donde lleguemos, hemos llegado. Las diferencias sobre el cómo y el con quién son importantes, sin lugar a duda. Pero el adónde vamos, no es menos importante. La distancia a realizar parece el único elemento en disputa: a más consumo por sobrepeso menos distancia, a menos consumo más distancia (los sobrepesos podrían ser las políticas de bienestar). Pero ¿adónde vamos? ¿Alguien lo sabe? Podríamos ir directamente a un precipicio y no saberlo. Se nos exigen sacrificios, pero nadie se atreve a hablar sobre el lugar que pretendemos alcanzar tras tan dura travesía. Me gustaría creer que nuestro destino es Shangai-la, ese mítico edén escondido en el Himalaya, donde reina la armonía, la belleza el bienestar. Naturalmente el viaje tiene su coste, aunque mucho me temo hacia allá no nos dirigimos, algunos solo saben y pretenden llevarnos de vuelta a los submundos donde la avaricia, la insolidaridad, la injusticia y la inmoralidad son las reglas de juegos. Rafael Latorre es funcionario