Adolfo Suárez descansa ya en la Catedral de Ávila

El primer presidente de la Democracia española, Adolfo Suárez, reposa ya junto a los restos de sus esposa, Amparo Illan, en “su casa” de la Catedral de Ávila, donde fue enterrado en un Claustro de la seo abulense después de fallecer, el pasado domingo, a los 81 años. Los restos de Suárez fueron depositados en un sepulcro del Claustro en los que, desde el lunes, descansa los de su mujer, después de que fuesen exhumados de la capilla Mosén Rubi en la que fueron enterrados en 2001, cuando falleció víctima de un cáncer de mama. De esta manera, se cumple el deseo del expresidente, quien, al poco tiempo de fallecer su mujer, transmitió por carta doble, remitida al Cabildo de la Catedral y al entonces obispo de Ávila, su deseo de ser enterrado en la seo abulense, la ciudad a la que siempre estuvo vinculado y que siempre llevó en su corazón, junto a su pueblo natal, Cebreros.

25 mar 2014 / 23:00 H.


A escasos metros de la tumba de Adolfo Suárez y de su mujer se encuentra el sepulcro de Claudio Sánchez Albornoz, abulense también y que además de historiador fue presidente de la República en el exilio. La petición de Adolfo Suárez fue aprobada por el obispo de Ávila y refrendada por el Cabildo al cumplirse las dos circunstancias exigidas; el ser una personalidad de especial relevancia pública y que haya expresado públicamente su condición de creyente y profesado la fe católica.
Durante la homilía, el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, reconoció que Adolfo Suárez vivió la fe en la que le educó su familia y llegó a ser presidente de Acción Católica en su juventud, además de que subrayó que sus convicciones cristianas marcaron su acción política, a lo que añadió que el expresidente “fue un Católico en la vida pública”.
Al término de la misa funeral, el prelado abulense pidió “al Señor” que abra las puertas “del triunfo para Adolfo Suárez con el fin de que entre como vencedor por la puerta de los justos” y dé a todos “la certeza de que no está muerto, sino que duerme porque ha sido llamado a la vida eterna”. Adolfo Suárez, arropado por su familia en todo momento, recibió el cariño de miles y miles de ciudadanos anónimos que en Madrid y en Ávila salieron a la calle para dar el último adiós al hombre que trabajó por el “entendimiento de las dos españas” y que sentó las bases de la Democracia, tras casi cuatro décadas de Dictadura.
“La concordia fue posible”. La frase que se puede leer en la lápida de la sepultura del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez González y de su mujer Amparo Illana Elórtegui, ubicada en el claustro de la Catedral de Ávila, donde los restos del matrimonio reposan juntos desde este martes es: “La concordia fue posible”. Según pudo saber Europa Press, en la lápida se puede leer “Excelentísimos señores Duques de Suárez”, tras lo que aparece el nombre del expresidente y su fecha de nacimiento, 25-11-1932, y de su muerte, 23-03-2014. Debajo aparece el nombre de su esposa y la fecha de su nacimiento, 25-5-1934, y de su muerte, 17-5-2001. En la parte inferior de la lápida se puede leer la frase “La concordia fue posible”, frase que hace alusión al periodo que capitaneo Adolfo Suárez, la Transición, en la que la concordia permitió pasar de una Dictadura a una Democracia, hoy en día ya consolidada.
La Catedral de Ávila, donde ayer se celebró la misa funeral y donde, para siempre, reposan los restos del matrimonio Suá- rez-Illana, permanece cerrada al público por motivos organizativos, pero volverá a abrir sus puertas con normalidad a partir de hoy. El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, aseveró que es “bien merecido” seguir el camino que trazó quien logró la reconciliación de las dos españas “tras años de odio y enfrentamiento” y de quien hizo de dos pueblos uno solo, en referencia al primer presidente de la Democracia y artífice de la Transición, Adolfo Suárez. Así lo puso de manifiesto García Burillo durante la homilía que pronunció en la Catedral de Ávila durante el funeral por el eterno descanso del expresidente Adolfo Suárez, cuyos restos reposarán en un claustro de la Catedral junto a los de su mujer, Amparo Illana.
En las primeras filas de la Catedral se encontraban los hijos, nietos y hermanos del expresidente. En la zona de autoridades la primera fila era ocupada por Mariano Rajoy; el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, el expresidente José María Aznar, y el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, entre otros.