Adiós San Lucas... bienvenida vida sana
Pepi Galera
Las vacaciones de verano, los cambios de hábitos, el aperitivo, la cervecita y, para rematar la temporada, la Feria. San Lucas echa hoy la persiana hasta el año que viene y, a unas horas del día de resaca, ya son muchos los jienneses que se hacen la promesa de que “el lunes empiezo a cuidarme”. Y el lunes es mañana. No es extraño ganar unos kilos de peso cuando se relaja el estilo de vida más saludable de todo el año, pero ¿cómo perderlos? Primero, según los especialistas, hay que tener claro que los milagros no existen y, si hay métodos que los prometen, hay que desconfiar.

Las vacaciones de verano, los cambios de hábitos, el aperitivo, la cervecita y, para rematar la temporada, la Feria. San Lucas echa hoy la persiana hasta el año que viene y, a unas horas del día de resaca, ya son muchos los jienneses que se hacen la promesa de que “el lunes empiezo a cuidarme”. Y el lunes es mañana. No es extraño ganar unos kilos de peso cuando se relaja el estilo de vida más saludable de todo el año, pero ¿cómo perderlos? Primero, según los especialistas, hay que tener claro que los milagros no existen y, si hay métodos que los prometen, hay que desconfiar.
La salud se verá resentida en algún sentido. Adelgazar solo se consigue con un estilo de vida saludable, en el que la alimentación y el ejercicio físico están en equilibrio. Y esto no se consigue de la noche a la mañana. Es por ello que la paciencia y la perseverancia son las mejores armas para conseguir tener éxito.
¿Se puede cuantificar de forma aproximada qué factura pasan las licencias permitidas en vacaciones? Si se hace un ejercicio imaginativo, se puede calcular el impacto de los extras estivales sobre la dieta habitual de una persona adulta sana. Para poder valorar el incremento que supone respecto a la dieta habitual, no se contabilizarán las calorías de las tres principales comidas y se presupondrá una elección saludable en cuanto a alimentos y cantidades que no se aleja del que se consume durante el resto del año. Pero hay que sumarles los extras. Una caña acompañada de unas patatas fritas como aperitivo son 334 kilocalorías. De postre, un trozo de pastel de chocolate suponen 439 kilocalorías más. El helado de la merienda suman 261 más. Una copa de, por ejemplo, whisky con cola son 247 kilocalorías. Si se suma la energía de estos caprichos tan habituales, el resultado es que se han ingerido 1.528 kilocalorías de las habituales. Si durante el tiempo de vacaciones no se realiza ejercicio de cierta intensidad —pasear solo supone un gasto energético medio es de 145 kilocalorías por hora—, el cuerpo almacena estas calorías a razón de un kilogramo de grasa por cada 7.000 kilocaloría ingeridas adicionales. Así, una persona que realiza este tipo de excesos alimenticios durante 3 de las 4 semanas de vacaciones, engordará 4,5 kilogramos.
Si uno se pone en manos de un dietista, le pautará una dieta para adelgazar equilibrada y adaptada a sus gustos y estilo de vida que le hará perder una media de 0,5 a un kilogramo por semana. Se trata de que el cuerpo utilice unas 500 kilocaloría diarias al día provenientes de las reservas de grasa que ha creado, bien sea porque se deja de ingerir mediante una dieta o porque las consume realizando algún deporte intenso. Así, se tardará entre uno y dos meses en adelgazar los 4,5 kilogramos que se han ganado durante las vacaciones, no sin hacer un gran esfuerzo tanto de dieta como de ejercicio.
Así que, ánimo y paciencia, porque mañana es lunes y, en dos meses, llega la Navidad, el turrón y los mantecados y hay que estar en forma para disfrutarlos.