Adiós con música, magia, humor...
Torreperogil puso fin a su cita musical más esperada del año. El festival de canción de autor, ese espectáculo que inunda la provincia con Un Mar de Canciones cerró su XIV edición con gran éxito de público.

Según la organización, entorno a cinco mil personas participaron en uno de los festivales incluidos en Jaén en Julio, la iniciativa promocional impulsada desde la Diputación y la Junta, que concluyó el sábado su programación con una completa jornada donde hubo música, magia, acrobacia y humor.
Aún con la resaca de la noche anterior, que dio como vencedor al gaditano José Pereira en el certamen del Instituto Andaluz de la Juventud, el día comenzó a mediodía en el Bosque de la Mejorana, donde por primera vez se instaló un escenario para disfrutar del salmantino Andrés Sudón y los murcianos Jamones con Tacones. El primero cantó en formato trío, mientras que los segundos animaron la tarde con su formación habitual de seis miembros, entre los que hay varios de los músicos que acompañan habitualmente a Rozalén.
Un poco más tarde, grandes y mayores disfrutaron de Un Mar de Ilusión y Un Mar de Magia el Paseo del Prado, con una exhibición de estatuas humanas, otra de “Street workout” y la actuación de Raúl, el Mago de Cuba, que conquistó a los asistentes con su divertido espectáculo callejero.
La noche terminó en el anfiteatro de La Carrera, por el que pasaron La Chatte Noire —ganadoras de la pasada edición del certamen de Canción de Autor—. Las hermanas de Beas de Segura acaban de publicar su nuevo trabajo, que incluye cinco temas, gracias al IAJ, que presentaron recientemente en la capital granadadina. La última jornada de Un Mar de Canciones se completó con el concierto de Antílopez, “creadores del chiripop absurdo depresivo”. Ambos hicieron las delicias de los presentes, que participaron después en el juego propuesto por los cómicos Carlos Ramos y José Andrés. Habituales de Paramount Comedy, vinieron a Torreperogil con Corta el cable rojo, una propuesta de improvisación que arrancó las risas de los presentes.
Según indica la organización, como no podía ser menos este 2015 el festival quiso mantener su carácter solidario. La recaudación del concierto del viernes irá destinada para el proyecto que desde 2009 se lleva a cabo en la ciudad nicaragüense de San Rafael del Norte en colaboración con la ONG Quesada Solidaria. Allí se ha puesto en marcha una escuela de música, cuyos instrumentos pueden apadrinarse durante todo el año. Asimismo, este año, las actividades que se celebraron en recintos cerrados llevarán asociada una entrada solidaria voluntaria a un precio simbólico de dos euros, para la asociación ALES de padres de niños con cáncer.