Adiós a la “mitad” de los Senise

Una vocación temprana, una pasión inagotable por el arte y por Jaén y una entrega hasta el último día compartida por dos hermanos. Antonio Senise Colmenero falleció, a primera hora de la mañana, en Granada, ciudad en la que vivía con su hija desde hace algo más de un año, tal y como confirmó Paco Senise, el menor de estos hermanos artistas, dos jiennenses que trabajaron codo con codo, durante siete décadas, en su taller de la calle Molinos. Tenía 88 años, dos más que Paco. Su capilla ardiente se instaló por la tarde en Jaén, en su tierra, en el Tanatorio San José. Allí está previsto que hoy, a las once de la mañana, se oficie el funeral de despedida con sus familiares y amigos.

05 nov 2015 / 10:50 H.


“La miniatura no es sino la reducción a la mínima expresión de una gran obra sin que esta pierda nada de belleza”, explicaban los hermanos Senise en una entrevista a Diario JAÉN en 1990. Y ellos eran unos grandes especialistas en este arte. Desde que tenían 14 y 15 años, recuerda Paco Senise, empezaron a trabajar, especialmente, haciendo maquetas de barcos. Y su labor fue creciendo en técnicas, motivos y reconocimientos, a lo largo de setenta años. Y siempre Jaén, la provincia con sus monumentos y señas de identidad como grandes protagonistas. Un trabajo minucioso, detallista, para el que siempre olvidaban contar las horas que marcaba el reloj. Una labor que grabó para siempre su nombre a la historia del arte en la ciudad de Jaén.
De él, el que mejor lo conoce, su hermano Paco, resalta el sentido del humor que lo caracterizaba: “Antonio era muy campechano, hacía chistes de cualquier cosa, a la gente le gustaba mucho hablar con él”. “Era una gran persona”, remarca. Con la voz entrecortada por la emoción, reconoce que seguirá luchando por conseguir el que ahora supondrá el mejor homenaje para Antonio. Desde hace años, negocia con el Ayuntamiento el proyecto para que abra una sala en la que se expongan sus trabajos con más de medio siglo de vida e historia. Un espacio en la ciudad en el que los vecinos y visitantes conozcan sus obras, miniaturas, maquetas, dibujos y litografías, a través de la cesión temporal . “Me ponen muchos inconvenientes, pero yo no me doy por vencido”, defiende.