Acogida de Santa Catalina
La Cofradía de Santa Catalina ya cuenta con la imagen que le da su razón de ser. Y es que la escultura, propiedad de la Diputación, fue cedida a la hermandad para un periodo de 75 años. Por medio de una rúbrica, que tuvo como testigo principal la propia patrona, el presidente de la Administración provincial y el hermano mayor de la cofradía, Francisco Reyes y José Erena, respectivamente, materializaron una conversación en la que, años atrás —una noche de San Antón de 1976—, se propuso la custodia de la imagen por la hermandad. “Espero que estos lazos de unión no se pierdan en el tiempo”, dijo, orgulloso, Erena.
En este sentido, el representante de la cofradía recordó que, gracias a la cesión, podrán iniciar los pasos para restaurar la talla, ya que antes no tenían claro quién debía que asumirla, si la Diputación o la cofradía. “Principalmente, se rehabilitará la parte de la base”, concretó José Erena.
Por su parte, Francisco Reyes recordó que, con la firma, atienden una demanda de la hermandad para resolver, desde el punto de vista administrativo, esta situación de “incertidumbre” que les impidió actuar en una restauración. El acuerdo se materializó antes de que la cofradía desplace la imagen a la parroquia de la Inmaculada y San Pedro Pascual para celebrar los cultos y desde donde partirá la procesión para la romería del próximo 25 de noviembre. “Más allá del valor material de la obra destaca el intangible y sentimental que esta imagen supone para la ciudad como patrona, y para muchos jiennenses que le tienen especial devoción acompañándola cada año en su romería”, destacó Reyes. Asimismo, informó de que el proceso administrativo permitió descubrir que la talla está realizada en madera policromada y no en escayola como algunos pensaban. “De esta forma, aumenta, aún más, su valor”, dijo.
La imagen de Santa Catalina de Alejandría, de estilo neobarroco, fue realizada en 1940 por José María Ponsoda y Bravo, en madera policromada con aplicaciones de pan de oro y plata en la túnica y el resto de la vestimenta. La escultura destaca por sus atributos iconográficos entre los que sobresale la palma que porta en la mano, que hace referencia a su condición de mártir. A sus pies se presenta una rueda y una espada que son los instrumentos del martirio de Santa Catalina. La Diputación Provincial adquirió esta imagen en 1942 con destino al Internado Provincial de Santo Domingo. En 1976 se acordó su custodia por parte de la Real e Ilustre Cofradía de Santa Catalina de Alejandría.