Acepta una condena de dos años de cárcel por meterle fuego al monte

Un vecino de Villanueva del Arzobispo, José M. L., aceptó ayer una condena de dos años de prisión por prenderle fuego al monte en un paraje cercano al Tranco, en pleno Parque Natural de Las Villas. Se le aplicaron las atenuantes de confesión y embriaguez para rebajar a la mitad el castigo que, inicialmente, pedía la Fiscalía.

    13 dic 2011 / 09:56 H.

    No hizo falta conformar el jurado popular que debía enjuiciar a este villanovense. Tras muchas reticencias, José M. L. aceptó el acuerdo que le ofreció el Ministerio Público. Un pacto que deja la pena en dos años de cárcel como autor de un delito de incendio intencionado. No obstante, este vecino de Villanueva del Arzobispo todavía puede dar con sus huesos en una celda y, además, de forma “voluntaria”. Se trata de una situación insólita en el mundo judicial jiennense. La condena es menor de dos años por lo que José M. L. se puede beneficiar de una suspensión condicional. En román paladino, eso significa que no ingresaría en prisión. No obstante, su abogado explicó que José M. L. no está por la labor de aceptar este beneficio: “Está pendiente de que él lo acepto o no. De él depende el cumplimiento de la pena”, dijo en declaraciones recogidas por la agencia Europa Press al finalizar el juicio.
    Los hechos, que se remontan al 17 de junio de 2008, pudieron causar una catástrofe medioambiental extraordinaria en el pulmón verde de España. No obstante, todo quedó en un susto y solo ardieron 70 metros cuadrados de monte. Aquella tarde, el acusado recorrió en coche los 25 kilómetros que hay entre su pueblo y el pantano del Tranco. Una vez en el embalse, dejó su vehículo y se adentró en el bosque, hasta que llegó a un paraje conocido como “La Hoya del Lentiscar”. Allí amontonó maderas y maleza seca y le arrimó lumbre. Luego, regresó a la carretera con el objetivo de ver el “espectáculo” de las llamas.
    No obstante, una vecina se dio cuenta de que el monte había empezado a arder y llamó a la Guardia Civil. Ella misma participó, junto a los agentes, en las labores de extinción. Lograron sofocar el fuego. De hecho, solamente 70 metros cuadrado quedaron calcinados. Las llamas estuvieron activas unas cuatro horas. Quedaron totalmente apagadas al filo de la medianoche. “Si no hubiera sido por la rápida reacción, el fuego provocado por el acusado hubiera ocasionado un incendio forestal de grandes proporciones dada su situación dentro del Parque Natural, la gran masa forestal circundante, la fecha de extremo peligro por las elevadas temperaturas y la baja humedad, y la hora que eligió (ocho y media de la tarde), que impide un despliegue de los medios de extinción”, relata el escrito de acusación del fiscal, que ayer fue reconocido por José M. L.
    Ahora, el procesado debe decidir si acepta o no el beneficio de la suspensión de la condena. No es la única actitud que raya lo ilógico que ha tenido este vecino de Villanueva del Arzobispo. Dos días después de meter fuego al monte, se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de su pueblo para confesar lo que había hecho. Después, ratificó su declaración ante su señoría en el Juzgado de Villacarrillo. La Fiscalía llegó a pedir, incluso, un informe de imputabilidad, es decir, un informe sobre su estado mental. Los forenses determinaron que José M. L. está en su sano juicio. Además de la pena de cárcel, tendrá que hacer frente al pago de una multa de 2.160 euros. Rafael Abolafia/Jaén