Aceite de oliva y mercados
En los años sesenta del pasado siglo, las grandes compañías distribuidoras, que hacen su negocio con la diferencia entre el precio de venta y el de compra, decidieron bajar el precio del petróleo para incrementar las ventas, con el consiguiente perjuicio económico para los países productores, los cuales reaccionaron creando la OPEP con la finalidad de defender y garantizar precios adecuados a este producto.
Con este instrumento los países productores consiguieron no sólo un aumento del precio del petróleo, sino además el control del mercado mundial. La situación actual del mercado y precio del aceite de oliva es idéntica a la del petróleo en los años en que se creó la OPEP, con un país (Italia) que produce sólo un 20% del total y se arroga el monopolio de la calidad de este producto básico, y tres o cuatro compañías distribuidoras que marcan los precios a su interés, mientras los productores españoles con el 70% del aceite mundial en sus bodegas, están divididos en cooperativas ineficientes que no pueden hacer frente ni a los gastos de producción con los precios actuales. Es hora de crear la Organización de Productores y Distribuidores de Aceite de Oliva (OPYDAO), que está llamada a ser el instrumento de poder que necesita el olivar español para garantizar una renta justa a los agricultores y un futuro a gran parte de nuestro pueblo. La OPYDAO tendrá que racionalizar la producción, asegurando la calidad del aceite por medio del control del laboreo, la recogida, la producción en almazara y el envasado. Definir precios de venta de acuerdo a costes, calidad y rentabilidad, crear departamentos profesionales de distribución, comercialización y promoción internacional que pongan en su valor correcto las marcas, el origen y la calidad del aceite de oliva. Será una ardua labor llevar a la mente de los actuales gerentes de las cooperativas la bondad de estos sencillos conceptos, porque el gremio está bastante anclado en el pasado. Con la ayuda gubernamental (local, autonómica y estatal) es necesario conseguir la integración de las cooperativas en la OPYDAO de forma que se pueda competir con las distribuidoras que dominan el mercado a nivel mundial. Jaén y provincia tienen mucho que ganar en este negocio.
Francisco Casas es escritor