Aceite de excelencia
Algo se mueve en el sector oleícola jiennense. La realidad cambia y, según los datos, es para bien. Durante este pasado octubre, los tajos jiennenses han registrado más actividad de la habitual y el resultado ha sido que se ha producido más zumo de aceituna que nunca en ese mes. En concreto, se cosecharon 2.197.550 litros de aceite considerado de alta gama, un producto de auténtico lujo que muchas cooperativas se han encargado de presentar no solo a sus socios, sino a toda la sociedad más cercana.
Las cifras que acaba de publicar el Ministerio de Agricultura, a través de la Agencia de Control de Mercados del Gobierno, ponen de manifiesto que son cada vez más las almazaras que se enorgullecen de adelantarse en la recogida para dar relevancia no solo al rendimiento, como es tradicional, sino a la calidad con mayúsculas. Se trata de unos vírgenes extra de una categoría superior, unos caldos que estarán por encima de los que se produzcan a partir de ahora cuando se generalice la campaña. Se trata de una apuesta decidida por la excelencia, en sacrificio del rendimiento que, a la larga, resulta ser más productiva y que gana terreno entre los productores aceiteros.
El necesario salto hacia la calidad como destino inexcusable se ha dado en muchas cooperativas que hace solo unos años ni siquiera se lo habían planteado. Lo importante antaño siempre ha sido la cantidad. Poco a poco, no sin esfuerzos a veces titánicos, se ha logrado que la mentalidad de un sector conservador por naturaleza se abra y levante la mirada hacia horizontes de excelencia en su producto final. Ese es el camino. El buen camino y la buena dirección para ser productivos y generar más riqueza.