Abuelo, cuéntame un cuento
En esta España de cazafantasmas, sinceramente, yo no la he visto 'bizca', como para asegurar que miraba para otro lado. Son las declaraciones que días atrás hacía la borbonesa doña Cristina. Por suerte séptima heredera al trono.
Imputada por honor y cojones del juez Castro, ahora con la avenida un 8 de febrero, día de mi cumple 61 años. Por lo que nos coló el monarca: “Los focos le hacían confundir milicia con familia”. Y así luego la consorte del atleta, nos deja en pelota: Todo lo hacía por amor”. Como las grandes divas, ha cogido a un “abuelo” de la Constitución como abogado defensor: Miquel Roca, tan duro como el “cagador de mi casa”, que tiene más de 40 años. Algo más de seriedad, y esta historia, que parece como medio cuento de hadas, encima, tendremos que agradecérsela a la Casa Real. Según Spotorno, que me cuentan que también anduvo por la banca. ¡Bendito martirio, para un jubilado; como yo, que no llega a los 600 euros, tiene que pasar pensión a dos hijos, mayores de 22 años! Coño que olvidaba que se me ha acabado que cobraba el paro. Usted, sabe que el que ha vuelto de los EE UU no pasa de ser un elemento más un vividor bien pagado, como buen registrador de “falsedades y mentiras”, sobre todo. Quizás don Mariano, no aplique lo del “lavado a mano”. Y la que ha metido el Gallardón con lo del aborto. Honor y gloria a los de Sacyr. Así nos va, estos quieren reconquistar el Canal de Panamá, 50 años después. Imagino que el barbicano Mariano, le habrá pedido disculpas al afroamericano por el chanchullo. ¡Viva la marca España va bien! Falta acaso un descaste de vividores.
Maestro industrial
Nicolás Ortiz