A vueltas con el tráfico

Resulta sumamente sorprendente el poco acierto que los responsables del Ayuntamiento de Jaén tienen a la hora de diseñar los itinerarios para vehículos y el tráfico urbano en su conjunto.

    16 sep 2011 / 14:34 H.

    Lo digo por lo poco que dura cualquier modificación que se plantee, la diseñe el grupo político que la diseñe: a los cuatro días, ¡ea! Donde hubo dos carriles y se suprimió uno, los vuelve a haber; apenas nos dio tiempo a acostumbrarnos a una dirección prohibida y ya se puede volver a circular. O a lo mejor es que les gusta  desarrollar nuestra capacidad adivinatoria, que cada día tengamos que imaginar si se podrá pasar por allá o por acullá. Comprendo que la estructura de Jaén es relativamente compleja, con algunos cuellos de botella que dificultan la intercomunicación, pero he visitado ciudades mucho más complicadas donde han sabido resolver con enorme sentido común algo que aquí parece ser un arcano. Creo que habrá pocas ciudades en el mundo donde para recorrer unos cuantos cientos de metros en coche haya que hacer circuitos, a veces, de varios kilómetros. Si, además añadimos a todo esto que cualquier modificación conlleva repintar en el pavimento lo ya pintado con anterioridad, cambiar o reponer las señales de tráfico que se habían sustituido, la colocación de conos y, en fin toda la logística precisa. Y todo ello con las molestias consiguientes pero, sobre todo, con un gasto innecesario si se planifica con rigor. A veces da la sensación de que este tipo de cuestiones puede parecer de tono menor, y así lo será para muchos. Pero uno no deja de pensar que algunas decisiones y quien las toma, se mueven más por impulsos que siguiendo criterios asentados en la lógica y la reflexión. Y así, gotita a gotita, de cabreo unas veces, de incomprensión otras, se va llenando el vaso que acaba alejándonos de los cauces tradicionales de participación y favoreciendo  movimientos como los que están surgiendo al calor de las redes sociales. ¿Sería posible que antes de que se produjeran las próximas modificaciones sobre el tráfico en su conjunto, se consensuaran para que duren, al menos, un par de meses? Los vecinos de Jaén quedaríamos, por ello, muy reconocidos. Aunque  nada que ver, claro está, con el espectáculo del tranvía, sus entresijos, sus robos de césped artificial y el pasmo de unos ciudadanos a los que nos cuesta entender que, por muchos desencuentros y diferencias de criterio que puedan haber, una inversión multimillonaria permanezca deteriorándose, sin uso, y sin prestar el servicio para el que fue concebida. Esperemos que el descanso vacacional —dicho sea con el permiso de los sacrosantos mercados— nos aporte a todos un poquito del sentido común y el buen juicio que al parecer, y durante mucho tiempo, vamos a necesitar.

    Francisco Zamora es empresario