A un lado de la política

Ya no hay cuotas territoriales en el reparto de las reducidas consejerías a la mínima expresión. Los consejeros lo son de las ocho provincias andaluzas y para ellas tendrán que trabajar, a partir de ahora, unidos como una piña para sacar del ostracismo económico a Andalucía. Es la consigna del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que preside un gobierno de coalición por primera vez en la historia de la democracia.

    08 may 2012 / 10:25 H.

    Ya de nada sirven los tradicionales alardeos de un partido que, en la provincia, se congratulaba, legislatura tras legislatura, del peso político de Jaén en Andalucía. Pasó a la historia aquel cupo de cuatro jiennenses en la foto de familia del equipo de Gobierno de la Junta. Ahora hay solo dos con marca “paraíso interior”, pero muy bien avenidos: el alcalaíno Antonio Ávila y la carolinense Mar Moreno. De ellos dependerán los cambios económicos y educativos en la Andalucía de los ajustes, dos pilares básicos y fundamentales para que haya desarrollo y progreso.
    Ya no estará la tan aclamada en Sevilla Micaela Navarro. Parece que Griñán cumplió con cederle el número uno por su tierra en la candidatura al Parlamento y, una vez conseguido lo inconseguible (dio un vuelco a las encuestas el 25 de marzo), se queda con los suyos, los que le arrimaron el hombro cuando aquello de las vacas flacas. Ahora toca irse con aquel al que tanto respaldó, Alfredo Pérez Rubalcaba… Es lo que pasa cuando uno tanto se señala que, al final, corre el serio peligro de quedarse al margen o, al menos, a un lado de la política