A Rafael Ordóñez

Y todo ello sin tener en cuenta que previamente había solicitado una cuestión de orden para señalarle la injusticia que estaba cometiendo, solicitud que obvió, como viene siendo habitual. Antes de abandonar mi asiento le indiqué que su actitud era la de un dictador y un déspota, haciendo entrega de mis observaciones por escrito como hago últimamente, ya que ha ordenado que mis observaciones no se recojan por escrito en el acta, según él por ser muy extensas. Ya en el pleno anterior llegó a ocurrir lo mismo, solo que me llamó dos veces al orden y no me dejó leer mis observaciones al acta. Posteriormente, no me dejó debatir en un asunto por considerarlo que no procedía. El alcalde no me deja hablar, por tanto, no puedo divagar, difícilmente se puede así cumplir el reglamento, como tampoco me deja opinar y exponer mis observaciones. Deseo poner en conocimiento del señor Rafael Ordóñez con su carta del 8 de enero que, según él mismo indica, habrá asistido a muchos plenos; pero solo si asiste a alguno en Villanueva de la Reina observará lo que he indicado, que es la pura verdad, y entonces comprenderá el motivo de todos mis calificativos a un regidor que lo único que hace es silenciar con estos métodos la libertad de expresión y opinión. El único que puede hablar es él y es el único que divaga antes y después. Este es el único motivo de tal enfrentamiento, decirle la verdad incluso por escrito, ya que no aparecen reflejadas en el acta la totalidad de mis declaraciones, y todo ello gira en torno a la falta de libertad de expresión, llegando a cambiar los plenos de mensuales a trimestrales, después de más de 28 años, ahora todo lo realiza mediante resolución. Por eso he solicitado mediante escrito que se graben los plenos, incluso corriendo yo con los gastos, he solicitado que no se cambien los plenos a trimestrales, que se transcriban los escritos comprensivos de mis opiniones y todo ello se me ha negado. También mediante decreto ha prohibido llevar móviles al pleno, con el objeto de prohibir su grabación (denunciando a un periódico que yo los grababa, siendo mentira y sin dar la cara cuando le he solicitado por escrito que aclare esa difamación). Además, ha ordenado que no se transcriban al acta las observaciones que le entrego por escrito, tampoco se copian mis ruegos tal como se los doy por escrito, no se me da mi turno de palabra por alusiones, no presenta a pleno mis mociones, no contesta a mis preguntas, me quita el turno de palabra por considerarlo suficientemente debatido y todo ello con el único objetivo de tratar de callarme, cosa que no conseguirá. Con estas actitudes lo único que demuestra es lo grande que le viene el cargo, y eso sí que es lamentable y bochornoso. Lo que no harán nunca ni él ni nadie es echarme del pleno por faltar al respeto, insultar, por falta de educación o alteración del pleno, o por afán de protagonismo; ya que el único motivo que me guía es mi constante y desinteresada labor de trabajo por el pueblo, la cual no voy a modificar. No obstante, seguiré aguantando dichas injusticias que no pueden silenciar la voz de los que con su voto apoyaron la candidatura de Izquierda Unida. Dicho lo anterior, invito al señor Ordóñez a que asista a un pleno y después opine y escriba con conocimiento de causa, si a esto puede llamársele tambaleo o falta de democracia.
María Dolores García Escabias (concejal de IU en Villanueva de la Reina)