A mis hijas

J. P. A. L desde Jaén.- Queridas hijas: Sé que esta carta no la vais a leer, ni os la leerán, pero también sé que cuando seáis mayores y llegue el momento no os hará falta porque la vida os guiará por el camino correcto, y seréis felices. No olvidéis que en sentido porcentual lleváis un 50 por ciento de papá y que vuestros hijos llevarán un 25 por ciento de vuestro padre.

    05 sep 2012 / 15:22 H.

    Es ley de vida. Sí, de papá, ese miembro de la familia que en España va camino de desaparecer, por una ley injusta que vulnera todos los derechos de la humanidad, del derecho de los niños a educarse entre sus padres, pero les limita y les castra por no tener una educación compartida con distintos puntos de vista, que os ayudara a formaros, que os guíe a escoger entre lo que os aporta algo y lo que os perjudica, lo que es bueno para vosotros y lo que no; en fin una serie de vivencias cotidianas que no vais a poder compartir en vuestra sociedad más cercana, al estar esta coja, y faltar ese 50% que es papá. Si os han dicho que papá es malo, no os lo toméis así, papá no es malo, aunque desafortunadamente os educarán en eso, estad alerta. No tienen piedad, papá tiene la conciencia muy tranquila, papá es bueno, con muchos valores positivos, pero eso ya lo diréis vosotras el día de mañana. Os adelanto que podéis estar orgullosas de papá en todos los aspectos. Sé que vais a crecer en un ambiente ficticio, con unos abuelos que os quieren, pero no son papá ni está papá. Tampoco están vuestras hermanas mayores, que os adoran y os quieren una barbaridad. Siempre me preguntan por vosotras y mucho, porque os sienten y os necesitan. Quiero que tengáis suerte en la vida, que le saquéis el jugo a esas cosas bonitas y buenas que tiene, que sepáis valorar las cosas y que no crezcáis en una sociedad falsa de dimes y diretes, de trapicheos, de envidias, de falta de autoestima y de valores internos en su vida, con la que pueden y se atreven con la de los demás. Quiero que seáis vosotras, y que sepáis elegir, que deis pasos ciertos, que sepáis ayudar cuando os lo requieran y que fomentéis vuestros valores humanos. Sed libres, la libertad es una de las mejores cosas que tenemos, aunque algunas veces esté limitada por estas leyes sacadas en un momento de la vida, por un voto electoral a cambio, y que condenan a determinados colectivos a unas partidas políticas prácticamente para siempre. Vulnera todos los valores humanos, pero no nos importa y es seguida por los tirititeros de la balanza, aún sabiendo que va contra natura. Como os decía al principio, cuando seáis mayores y os den a leer esta carta no os hará falta, porque habréis comprendido la vida y seréis fuertes en ella. Sabed que papá y el resto de vuestras hermanas mayores os queremos muchísimo y deseamos estar con vosotras pronto, y no creáis  que se me ha olvidado que este precioso mes de septiembre es vuestro santo y cumpleaños, aunque alguna tenga que esperar a diciembre para cumplir otro añito más. Siento no poder pasarlo con vosotras, pero pasadlo bien, disfrutad mucho con vuestras amiguitas y sed felices. Muchas felicidades guapas. Un beso muy fuerte de papá.