A la Virgen María en el mes de las Flores

Concepción Agustino Rueda desde Jaén. En este año, en se pone a prueba nuestra capacidad de reacción, de aceptación, de asombro y de lucha; año propicio para dar rienda suelta a los grandes retos y a la buena voluntad, tanto a nivel individual como colectivo. En este año, en el que el agua ha regado sobreabundantemente nuestra tierra sedienta, y en que el dolor, el desamparo de tantos necesitados, no solo de comida, vestido o casa, sino también de cercanía y servicio por nuestra parte, nos han sacudido, quiero pedirte, Señora Nuestra, que nosotros tus hijos, a los que guía la fe y la esperanza en Jesús;

    17 may 2013 / 16:09 H.

    a los que no falta el sustento cotidiano, y disfrutamos tantas veces, de bienes innecesarios, seamos instrumentos de su misericordia para tus otros hijos, “los pequeños”, los débiles e indefensos; esos hijos tuyos, a los que falta, en tantas ocasiones, el vino de la solidaridad, de la alegría, de la paz, de la más estricta justicia. En este año, en que el derecho a la vida, el más fundamental de los derechos, ha sido herido de muerte; en que la espiral de la violencia “in crescendo”, nos desarma; en que los cristianos son perseguidos de palabra y de hecho, a diario, por el sólo hecho de serlo, en el ejercicio de su credo y su misión, te imploro, Abogada nuestra, que la luz cegadora de tu Hijo, la coherencia de nuestra vida, y nuestra oración constante, transformen el corazón de esos tus hijos, que viven en el error y en la lejanía de Dios. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que en ese último día, al ser examinados del amor ofrecido, seamos considerados dignos de alcanzar y de gozar las promesas de nuestro Señor.