A la salud del blues en una terraza

Muere Johnny Winter y alguien lo recuerda mientras toma una caña. Podría ser el tema de una barra de bar, pero las temperaturas invitan a salir a una terraza. En una cuidad en la que, en julio y agosto, queda desértica se pueden ver algunos oasis en las recoletas plazas. Sin embargo, al tiempo que los colegas hablan del bluesman, los camareros piensan en el marrón del cierre. Porque además de apilar sillas y mesas, también hay que quitarlas de en medio. Vamos, que por muy “guay” que sea el concejal de Urbanismo, el decoro y el orden hay que mantenerlos. Y razón no le falta, como tampoco al entender que hay vecinos que quieren menos ruido. Pero a ver si le meten mano en la Gerencia a esas licencias solicitadas desde febrero, que a estas alturas formarán parte del Expediente X del ordenadísimo archivo municipal. En su talante dialogante, el edil consiguió aplacar el cabreo de los hosteleros hasta el punto de que le dieran un mes para ponerse al día, aplazando, así, el desvirgamiento de huelga de Márquez. Mientras, brindo por la negociación a la salud de los amantes del blues.

    17 jul 2014 / 22:00 H.