A juicio un acusado de violar a su novia con huevos y velas
El próximo 19 de mayo, la Fiscalía tratará de demostrar que Carlos P. R. obligó a su novia a mantener relaciones sexuales contra su voluntad en las que, presuntamente, llegó a introducirle por la vagina ocho huevos de codorniz, una vela y un plátano. Se enfrenta a más de 42 años de prisión.
El relato de hechos que realiza el Ministerio Público es escalofriante. Carlos P. R. comenzó una relación con la denunciante en el año 2000. Desde entonces, vivieron en las localidades de Guadahortuna (Granada), Mancha Real y, finalmente, Torrequebradilla (Villatorres).
El relato de hechos que realiza el Ministerio Público es escalofriante. Carlos P. R. comenzó una relación con la denunciante en el año 2000. Desde entonces, vivieron en las localidades de Guadahortuna (Granada), Mancha Real y, finalmente, Torrequebradilla (Villatorres).
Según el fiscal, desde el principio de la convivencia, el acusado sometió a su pareja a malos tratos psíquicos y físicos. El escrito de acusación habla de insultos, menosprecios, amenazas de muerte, puñetazos, pellizcos, patadas, tirones de pelo, estrangulamientos, empujones... La lista es muy larga. De hecho, Carlos P. R., de 34 años, fue condenado por una falta de lesiones tras propinar dos bofetadas a su novia en la noche del 28 de abril del año 2000, cuando él se encontraba bajo los efectos del alcohol. Casi dos años después, el 15 de febrero de 2002, la mujer acudió a un centro de salud, donde se le observaron diversos hematomas y erosiones en diversas partes de su cuerpo. Ella asegura que fue Carlos P. R. el que se los hizo de una paliza en la que hubo puñetazos, patadas y tirones de pelo.
presuntas agresiones. No obstante, las acusaciones más graves a las que se enfrenta el acusado son tres agresiones sexuales. El fiscal sitúa la primera en el mes de mayo de 2000, en el domicilio de los padres de ella, en Torrequebradilla. Sostiene que Carlos P. R. quiso mantener relaciones sexuales con su compañera. Ella se negó y él la forzó “cogiéndola fuertemente por las piernas para abrírselas y proceder a introducirle por la vagina hasta ocho huevos de codorniz”. Según el fiscal, el acusado amenazó a la mujer con que podía pasarle algo peor si no se callaba, a pesar de que no dejaba de llorar.
El segundo episodio se produjo, presuntamente, un mes después, en Guadarhortuna, en casa de los padres del acusado. El Ministerio Público relata que Carlos P. R. obligó a su compañera a mantener relaciones sexuales. Ella se negó y, pese a su resistencia y a su llanto, el procesado la penetró vaginalmente, al tiempo que le introducía un plátano por la vagina. En ese mismo mes, el fiscal ubica la tercera de las supuestas agresiones. Fue con el mismo modus operandi, aunque en esta ocasión el objeto que, presuntamente, utilizó fue una vela.
Carlos P. R. está acusado de un delito de malos tratos habituales, dos faltas de lesiones y tres delitos de agresión sexual en los que aplica las agravantes de reincidencia y parentesco. El Ministerio Público pide 42 años y medio de cárcel, además de una indemnización para la víctima de 31.000 euros por los daños ocasionados. Rafael Abolafia / Jaén