A juicio por tirotear a su exnovia y a otro joven en Torredonjimeno

Rafael Abolafia/Jaén
La Fiscalía solicita un castigo de 31 años de cárcel para Francisco José P. C., un vecino de Torredonjimeno que está en prisión preventiva desde marzo de 2010, cuando vació el cargador de un revólver contra su exnovia y el nuevo compañero sentimental de ella.

    17 ene 2012 / 11:19 H.

    También hay otro hombre acusado de participar en el tiroteo.
    Una de las balas alcanzó en la cara a Sheila, una de las víctimas que entonces tenía 19 años. Estuvo tres días en el hospital y tuvo que pasar por el quirófano para que los médicos le pudieran sacar el proyectil que tenía alojado en la mandíbula. Se escapó de la muerte por milímetros y tardó más de tres meses en recuperarse totalmente. Su novio, Soufiane, también resultó herido por arma de fuego en un brazo.
    Casi dos años después, ambos se sientan hoy en el banquillo de la Audiencia. El tiroteo, ocurrido el 17 de marzo de 2010 en las inmediaciones de la Vía Verde de Torredonjimeno, fue el trágico punto final de una espiral de violencia.
    El autor material de los disparos, Francisco José P. C., y la chica habían sido pareja durante un par de años. Fruto de esa relación habían tenido un niño. Sin embargo, hubo malos tratos, y ella decidió romper, con un juicio y órdenes de alejamiento de por medio. Él no aceptó su decisión. Así, el fin de semana anterior a que ocurrieran los hechos, Francisco José P. C. estuvo en un pub de Martos en el que también se encontraban Sheila y su novio. Tuvieron más que palabras. El 17 de marzo, por la tarde, volvieron a encontrarse en un carril cercano a la Vía Verde. Francisco José P. C. iba de copiloto en un coche conducido por Cristóbal G. G. Llevaba un revólver del calibre 38 oculto entre sus ropas. Según la Fiscalía, el conductor sabía de la existencia del arma pues la había visto.
    Ambos jóvenes se cruzaron con otro coche, en el que viajaban Sheila, su pareja, Soufiane, y otro chico del pueblo. El acusado les pidió que se detuvieran y que se bajaran del vehículo para resolver los “problemas” que habían tenido el fin de semana anterior. Francisco José P. C. y Soufiane comenzaron a hablar. El presunto agresor le pidió a la víctima que se levantara la camiseta. Cuando hizo ese gesto, el acusado sacó el revólver “de forma sorpresiva” y efectuó varios disparos. Una de las balas alcanzó al joven en un brazo.
    El autor de los disparos se dirigió entonces hacia la chica, que se encontraba todavía en el interior del vehículo: “Sin que ella pudiera defenderse y asegurando así el resultado de su acción, apuntó contra Sheila y efectuó, al menos, dos tiros”, relata literalmente el Ministerio Público. Una de las balas alcanzó a la mujer en plena cara.
    Seguidamente, Francisco José P. C. se subió al coche, donde lo estaba esperando Cristóbal G. G. Fueron a Martos. El presunto autor de los disparos estuvo horas fugado, mientras que la Guardia Civil le pisaba los talones. Fue detenido esa noche en Fuensanta, donde se había refugiado. Poco después, los agentes  encontraron el revólver, a pesar de que el acusado lo había escondido. Desde entonces, está en prisión preventiva acusado de delitos de homicidio y asesinato en grado de tentativa, quebrantamiento de la orden de alejamiento y tenencia ilícita de armas. El fiscal pide para él 31 años de cárcel.
    También está encarcelado de forma provisional Cristóbal G. G. El Ministerio Público considera a este joven cooperador necesario en el tiroteo y reclama para él un castigo de 24 años de prisión.