A juicio por matar a un camionero al que arrollaron con una carretilla

El Juzgado de lo Penal número 3 acogerá, la próxima semana, el juicio contra dos empleados de una empresa de paquetería acusados de arrollar a un camionero que estaba descargando bultos en el interior de la nave en la que ambos trabajaban. Se enfrentan a peticiones de condena que oscilan entre el año y medio y los tres años de prisión.

    22 oct 2011 / 10:01 H.

    Tomás de Haro Canales tenía 46 años cuando perdió la vida en un accidente de trabajo. Fue hace casi cinco años, en concreto en la mañana del 30 de diciembre de 2006, en el interior de una nave del polígono de Los Olivares. Este linarense, transportista de profesión, estaba allí de paso. Acababa de dejar la mercancía y estaba atando la lona del camión para marcharse y continuar su ruta. Sin embargo, no pudo. Fue arrollado por una carretilla a motor, conducida por dos empleados de esa empresa.
    Se trata de Carlos Javier G. J., de 25 años, y Malle M., de 33, que se sentarán la próxima semana en el banquillo de los acusados como presuntos autores de un delito de homicidio por imprudencia. La Fiscalía pide para ellos una condena de un año y medio de prisión, mientras que la familia del fallecido, que ejerce la acusación particular, reclama tres años de cárcel.
    El Ministerio Público considera que el accidente mortal se produjo como consecuencia de un imprudencia por parte de los dos acusados. Carlos Javier G. J. era el único trabajador que estaba habilitado para conducir la carretilla a motor. Solo él tenía permiso. Sin embargo, el día de los hechos, estaba enseñando a su compañero de trabajo a pilotarla. Según el fiscal, Malle M., que estaba contratado como mozo, era el que manejaba los pedales del acelerador y del freno, mientras que el otro acusado llevaba el volante. Esa práctica, que está prohibida por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, ocasionó que los procesados perdieran el control del vehículo y arrollaran a Tomás de Haro Canales. El camionero, que estaba a punto de marcharse ya de la nave cuando se produjo el accidente, murió en el acto como consecuencia de las graves heridas que sufrió.
    Además de la pena de prisión, la Fiscalía pide que los acusados y las distintas compañías de seguros personadas en el procedimiento hagan frente a una indemnización de 130.000 euros a la mujer y a los dos hijos del fallecido. La acusación particular eleva esa compensación a los 300.000 euros. El juicio, que está previsto para el próximo martes en el Penal número 3, ha sido suspendido en, al menos, dos ocasiones con anterioridad. Rafael Abolafia / Jaén