A juicio por apuñalar a un hombre en un bar de Jódar
Siete años de cárcel. Eso es lo que pide la Fiscalía para un vecino de Jódar acusado de intentar acabar con la vida de un hombre en las inmediaciones de un bar del pueblo. El Ministerio Público sitúa los hechos el 23 de agosto del año 2014. Relata que, sobre las siete de la tarde, Juan R. V. se encontraba en el establecimiento junto a otras dos personas. Dice el fiscal Luis Bravo Rojas que el procesado se encontraba “alborotando y metiéndose con la camarera”.
Esa actitud hizo que lo echaran a la calle. En el exterior del bar, siguió la bronca. Tanto que varias personas tuvieron que sujetar al acusado. Sin embargo, consiguió zafarse. El escrito de acusación asegura que, para entonces, ya llevaba una navaja en la mano, sin dar más explicaciones de dónde sacó el arma blanca. Empuñando el puñal, “salió corriendo hacia la camarera”. El Ministerio Público aclara que Juan R. V. tenía intención de pinchar a la mujer. Sin embargo, se interpuso el padre de la chica. Fue el progenitor el que se llevó la acometida. Dos navajazos en el abdomen , que le causaron sendas perforaciones intestinales. Tuvo que ser intervenido de urgencia. De no haber entrado en el quirófano para ser operado, hubiera fallecido, tal y como relata el fiscal, apoyándose en el informe de los médicos forenses.
Por ello, se acusa a Juan R. V. de un delito de homicidio en grado de tentativa, por el que se piden 7 años de prisión. El procesado niega los cargos y defiende su inocencia. Además de la pena de privación de libertad, el Ministerio Público solicita que el presunto autor de los hechos indemnice a la víctima con 9.000 euros por las heridas sufridas y las secuelas que hoy padece: “alteraciones postraumáticas en el abdomen y en la pelvis, así como un perjuicio estético”. Igualmente, se reclama que no pueda acercarse al agredido a menos de cien metros durante un periodo de ocho años.
El juicio está previsto para el próximo mes de julio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Jaén.
Esa actitud hizo que lo echaran a la calle. En el exterior del bar, siguió la bronca. Tanto que varias personas tuvieron que sujetar al acusado. Sin embargo, consiguió zafarse. El escrito de acusación asegura que, para entonces, ya llevaba una navaja en la mano, sin dar más explicaciones de dónde sacó el arma blanca. Empuñando el puñal, “salió corriendo hacia la camarera”. El Ministerio Público aclara que Juan R. V. tenía intención de pinchar a la mujer. Sin embargo, se interpuso el padre de la chica. Fue el progenitor el que se llevó la acometida. Dos navajazos en el abdomen , que le causaron sendas perforaciones intestinales. Tuvo que ser intervenido de urgencia. De no haber entrado en el quirófano para ser operado, hubiera fallecido, tal y como relata el fiscal, apoyándose en el informe de los médicos forenses.
Por ello, se acusa a Juan R. V. de un delito de homicidio en grado de tentativa, por el que se piden 7 años de prisión. El procesado niega los cargos y defiende su inocencia. Además de la pena de privación de libertad, el Ministerio Público solicita que el presunto autor de los hechos indemnice a la víctima con 9.000 euros por las heridas sufridas y las secuelas que hoy padece: “alteraciones postraumáticas en el abdomen y en la pelvis, así como un perjuicio estético”. Igualmente, se reclama que no pueda acercarse al agredido a menos de cien metros durante un periodo de ocho años.
El juicio está previsto para el próximo mes de julio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Jaén.