A juicio por almacenar armas de guerra para los “pikikis”

La Audiencia Provincial acoge hoy el juicio contra un vecino de Úbeda acusado de un delito de almacenar armas de guerra. En concreto, el hombre fue sorprendido en plena calle por agentes de la Policía Nacional cuando trasladaba un subfusil ametrallador y más de 140 cartuchos. Se enfrenta a una petición de cinco años de cárcel.

01 dic 2015 / 09:12 H.

Los hechos se remontan al 15 de junio de 2015. Una patrulla realizaba su habitual ronda por la calle Trinidad, cuando le llamó la atención el comportamiento sospechoso de Blas T. G. El hombre es un viejo conocido de los investigadores por su vinculación a los “Pikikis”. Cuando fue detenido, la Comisaría dijo que su única actividad conocida es hacer algunos trabajos para este conflictivo clan. Así que los policías decidieron darle el alto cuando lo vieron transportando una pesada caja metálica de grandes dimensiones. Blas T. G. se puso muy nervioso al toparse con los agentes, que decidieron darle el alto para que les mostrara qué había dentro. A los policías no les falló el olfato: el acusado trasladaba un subfusil ametrallador marca Sterling, con dos cargadores y 143 cartuchos. Desde el primer momento, el procesado negó que la metralleta fuera suya y dijo a los agentes que se la había encontrado en un contenedor.
Al día siguiente, y ya con una orden judicial, la Policía registró la vivienda del acusado. También se halló un revólver del calibre 38 y más de una treintena de balas. Los investigadores consideraron que ninguna de las armas era de Blas T. G., sino que las almacenaba para el clan de los “Pikikis”. Lo que ocurre es el acusado no confesó y hoy se va a “comer” el juicio por un delito considerado como muy grave, por el que se le piden más de cinco años de prisión. Y es que la Científica demostró que el subfusil ametrallador estaba en perfecto estado de funcionamiento y que era capaz de disparar ráfagas. Por eso, tiene la consideración de arma de guerra.
Poco después de esta intervención de la Policía, miembros del clan “Pikiki” atentaron en Linares contra Miguel M. del C., conocido miembro del clan de los “Mallarines”, que fue tiroteado en plena calle. Hay que recordar que ambas familias mantienen un enfrentamiento a muerte desde hace más de una década. Hace unos meses, se vieron las caras en la sala de vistas de la Audiencia para ser juzgados por el mayor tiroteo registrado en la provincia de Jaén en los últimos años. Dos mujeres, vinculadas al clan de los “Mallarines”, intentaron entrar al Palacio de Justicia con dos pistolas, que estaban cargadas y listas para disparar. Los investigadores sospechan que pretendían hacer llegar las armas a sus familiares y que estos atentaran contra los “pikikis”. Desde ese episodio, la tensión entre ambos clanes ha subido de forma más que preocupante. El episodio de la metralleta confirma que las familias están en pie de guerra.