A Bernabé Blanco

En mi opinión, el argumento de que la calidad de un profesional depende de la experiencia de éste es pobre y totalmente equivocado, ya que la experiencia es un grado pero la excelencia no se adquiere por ciencia infusa sino tras el estudio y el esfuerzo que los profesionales de promociones anteriores creen que no necesitan por haber terminado sus estudios hace lustros. Esta profesión que mezcla tanto humanidad como ciencia requiere más que otras un continuo reciclaje y estudios de nuevas técnicas para ofrecer al “usuario” el mejor servicio posible, facilitando recuperaciones y minimizando la dependencia. Este reciclaje implica tanto cursos de formación continuada, como estudios de postgrado, comunicaciones, ponencias y publicaciones, de las cuales hay que distinguir un “corta-pega” de una revisión bibliográfica, término que muchos de estos “profesionales” ni siquiera sabrían buscar dentro de un diccionario ya que en la época que cursaron sus estudios aún se consideraban simples asistentes del médico, sin ambición científica o estudiosa ninguna. Comience a trabajar desde la evidencia científica y no lo base todo en “su” experiencia. Por último, me gustaría que este profesional y buen ciudadano tomara conciencia que en estos tiempos de crisis no debe poner trabas a las aportaciones de nuevos profesionales en las comisiones de valoración considerándolo un handicap más de la demagogia que estos “colegas”, anclados en la comodidad de los años, hacen hacia los jóvenes enfermeros que empezamos a meter la cabeza en este mundo y a buscarnos un hueco en el Sistema Nacional de Salud a base de estudio y esfuerzo. Póngase las pilas e invierta su tiempo en renovarse y no en boicotear el trabajo de otros compañeros.