El estreno
Un nuevo año siempre suena a estreno y, a la vez, a continuidad. Significa empezar desde cero, renovar el espíritu, enterrar malos hábitos y capitanear proyectos que nos mantengan vivos e ilusionados los doce meses restantes. 2009 tiene que representar para Jaén el año de la revolución. Es la hora de demostrar que se pueden hacer cosas en una ciudad demasiado condensada y deprimida. Debe ser el año del anunciado tranvía, de las grandes arterias de distribución del tráfico, de la solución a las inundaciones, del empleo de calidad, de la escoba de plata y del inmigrante feliz.
Un nuevo año siempre suena a estreno y, a la vez, a continuidad. Significa empezar desde cero, renovar el espíritu, enterrar malos hábitos y capitanear proyectos que nos mantengan vivos e ilusionados los doce meses restantes. 2009 tiene que representar para Jaén el año de la revolución. Es la hora de demostrar que se pueden hacer cosas en una ciudad demasiado condensada y deprimida. Debe ser el año del anunciado tranvía, de las grandes arterias de distribución del tráfico, de la solución a las inundaciones, del empleo de calidad, de la escoba de plata y del inmigrante feliz.2009 ya está en marcha. La maquinaria engrasada empezará a funcionar a pleno rendimiento en cuanto los colegios estén abiertos. Entonces continuará la vida en una ciudad dormida. Habrá que mantener los ojos bien abiertos para intentar despertar con fuerza. Yo, desde este balcón abierto al lector, intentaré ser testigo de todo cuanto ocurra. Por el momento, este es mi particular estreno después de mi baja maternal. Comenzamos…