2013: Optimismo social

Hace unos días veía en el telediario una noticia que a pesar de la normalidad e incluso el positivismo con la que fue abordada por el medio, me removió la conciencia. Resulta que una empresa canadiense con la intermediación de una administración autonómica, estaba realizando un proceso de selección de medio centenar de personas, para ofrecer trabajos cualificados en Quebec.

    20 dic 2012 / 17:32 H.

    La normalidad con la que hemos aceptado esta dinámica, es el hecho más frustrante que podemos sentir como sociedad. Claro que hay que promover la movilidad y que afortunadamente hoy el mundo no tiene fronteras, pero si el paro es por definición el mayor síntoma de ineficiencia de una economía, imaginémonos que  la única opción para combatirlo sea descapitalizarnos expulsando nuestros mejores recursos humanos, en lugar de aprovecharlos para innovar y construir. Pronto llegará el año nuevo y con él una mochila si no cargada de ilusión, al menos  de esperanza. Superado este “año horrible”, me temo que en el próximo nuestro listón de exigencias se verá colmado con poco. Algunos conservar su empleo, otros encontrar uno, aunque mal pagado. Mi deseo para el 2013 se llama optimismo social. Ya que este gobierno y gran parte de los actores sociales, no han sido capaces aún en ante esta difícil coyuntura de remar juntos hacia mejor orilla, espero que todas esas mareas de todos los colores que han salido a la calle, se conviertan en la fuerza transformadora y creativa para ofrecer alternativas y superar de una vez esta compleja crisis. El economista Juan Jordano habla de optimismo como ingrediente fundamental para crear empresa. Yo creo en ese optimismo social para frenar la sinrazón de las reformas camicaces del gobierno. Creo en la posibilidad de una Europa que priorice de nuevo el bienestar de su ciudadanía. Creo en esa capacidad de concertación social que ponga los cimientos no solo del crecimiento, sino del desarrollo económico que crea riqueza y bienestar para todos. Creo en unos medios de comunicación que recuperen el vigor del buen periodismo, y sigan ofreciendo empleo digno para los periodistas. Creo en una clase política capaz de hacer una alianza global contra la corrupción y la inoperancia. Y creo y practico ese optimismo social, que será sin duda la solución a esta crisis endémica que tenemos que empezar a superar entre todos. La solución está en esa potente sociedad civil que en los momentos difíciles ha sabido siempre, colocarnos a la vanguardia con la fuerza de la mayoría social. Nunca antes hemos contado con tanta inteligencia, tanta investigación, tanto tecnología, tanta cultura, tanto progreso. Pongamos todo eso al servicio del bienestar de todos y todas y empujando saldremos.
    Isabel María Martínez Lozano es periodista y exsecretaria general de Política Social