20-N.- La prueba de fuego para una tierra de fuerte tradición socialista

Ni todo está ganado ni todo está perdido. Todos los políticos, de un signo u otro, coinciden en señalar que las verdaderas encuestas son las urnas y, en este sentido, se puede decir que la suerte todavía no está echada, aunque haya quienes piensen que el pescado ya está vendido.
Las elecciones generales de 2011 están a la vuelta de la esquina y la provincia se juega seis escaños en el Congreso de los Diputados y cuatro en el Senado, los mismos desde el año 1986 —antes eran siete—. ¿Cómo votará la provincia el domingo? La duda se despejará a partir de las ocho de la tarde, cuando se cierren los colegios electorales. Lo que sí se sabe y está escrito es cómo ha votado Jaén desde las primeras elecciones democráticas, celebradas el 15 de junio de 1977. En aquel momento, el PSOE comenzó una carrera imparable que le llevó a su punto álgido en 1982, con Felipe González, que alcanzó el 57,05% de los apoyos del electorado. La extinta UCD irrumpió con fuerza, pero tuvo un fuerte batacazo también en 1982. Por aquel entonces, la AP —que pasó a llamarse PP en 1989— solo obtuvo el 8,41% de los votos, un modesto punto de partida que dio un giro de ciento ochenta grados en el año 2000, las segundas elecciones de José María Aznar y las primeras en las que consiguió gobernar con mayoría absoluta, con el 40,39% de los votos de los jiennenses. La provincia, conocida como uno de los “feudos” socialistas de España, afronta sus undécimos comicios generales con la crisis como telón de fondo. En las últimas elecciones, las del 9 de marzo de 2008, se perpetuó el bipartidismo inamovible entre PSOE y PP, propiciado, además, por un descenso de partidos minoritarios con tendencia izquierdista. Han pasado casi cuatro años y la situación es diferente. Los populares buscan su tercer diputado en el Congreso y los socialistas se aferran a la garantía de lo ya realizado en Jaén para no perder ni un solo voto. Manuela Rosa Jaenes/Jaén