Radiografía del sector oleícola

Jaén produce el 18% del aceite que se consume en el mundo, pero deja escapar las plusvalías comerciales y sólo se queda con los beneficios del duro trabajo en el campo. Las aceiteras ya han superado la “revolución por la calidad” con inversiones millonarias, por lo que compiten en precio. En 97 municipios hay 335 aceiteras. Jaencoop está compuesta por diez cooperativas y es la plataforma de venta más grande en la provincia. La mayoría de las aceiteras tiene sólo un millón de kilos al año. Sólo 75 millones de kilos salen envasados o se compran en los pueblos. El precio del 85% de la cosecha se pelea, cada día, con las grandes empresas de la alimentación.

    02 ene 2009 / 09:13 H.

    El olivar tradicional con posibilidades de ser más competitivo tendrá que someterse a una gran reestructuración. La Administración defenderá más el cultivo menos rentable. Enrique Alonso / Jaén

    Más de 300 minúsculas aceiteras compiten desunidas en el mercado

    Más de 300 minúsculas cooperativas compiten desunidas para vender el aceite de oliva. Jaén genera el 18% del zumo que se consume en el mundo, pero muy pocos productores lo llevan hasta las estanterías de las tiendas, por lo que la plusvalía comercial se escapa.
    Jaén tiene más aceiteras que municipios. Si se repartieran de forma proporcional, habría casi cuatro por pueblo. La mayoría tiene pequeñas dimensiones y unas escasas aspiraciones de mercado. El 85% del oro verde se va a granel en un camión cisterna para que una gran sociedad lo meta en una botella y lo lleve hasta los supermercados.
    Ahora, el sector ni siquiera se marca el reto de coger parte de la plusvalía de las operaciones comerciales como prioridad, sino que el objetivo inmediato radica en darle el aceite a los comerciantes, pero a un precio justo. El Poolred de la Fundación del Olivar situaba, ayer, el precio medio del virgen extra a 1,81 euros por kilo. A este valor, producir aceite empieza a no ser rentable. La terrible atomización hace que las cooperativas hayan entrado en una “guerra” de precios que sólo beneficia a los grandes grupos, ya que, a veces, sólo importa sacar el caldo de las bodegas ante el temor de que baje más. La desunión lastra las aventuras comerciales en el extranjero, ya que son caras para empresas con pocas dimensiones. Cada socio arriesga mucho. Lo mismo pasa con los proyectos comerciales. Jaén da el mejor aceite del mundo al precio más barato porque sus empresas son pequeñas.
    Listado de almazaras



    ¿Quién tiene el aceite?

    Jaén es la alcuza del mundo. Es la provincia que más aceite de oliva genera. Dos de cada diez litros de oro verde que se consumen en Europa y en Estados Unidos se han gestado en alguno de sus 97 municipios. Además, aporta el 44% del zumo de la cosecha nacional que España maneja cada campaña.
    No hay tierra que genere más aceite que la que compone el mar de olivos jiennense. El oro verde está en manos de 109.000 oleicultores, según el censo del SigPac que sirve para controlar las subvenciones. Sin embargo, el gran problema para conquistar el mercado es que está muy repartido. Lo que antes era una ventaja, ya que aceite es sinónimo de riqueza entre las gentes de Jaén, ahora es un problema.
    La complicación del sistema empresarial cooperativo que maneja el negocio del aceite está en la enorme atomización. Hay más de 250 aceiteras que no llegan ni al millón de kilos por campaña, por lo que su capacidad para proyectar ambiciosos planes de comercialización es muy limitada. La mayoría espera el camión cisterna del envasador y lucha para venderlo al precio más digno posible. En cooperativas de pocos socios hace falta invertir casi todo el beneficio para “jugársela” en el mercado. En cambio, en sociedades más grandes se necesita menos aportación de capital individual, por lo que los olivareros se animan más a emprender. De ahí que el gran problema es la estructura empresarial que tiene el sector. Jaencoop es la plataforma de comercialización más potente de la provincia. Tiene agrupadas a diez cooperativas y controla alrededor de 50 millones de kilos de aceite. Es una cantidad importante, pero está por debajo de grupos más consolidados, como Hojiblanca que maneja 80 millones. No obstante, representa el 10% de la producción provincial y se buscan más adhesiones. Olivar de Segura, Oleocampo o comercializadoras locales, como la de Alcaudete, son algunas de las plataformas de salida del oro verde, que está en manos de muchos que todavía no han creado estructuras empresariales potentes en el mercado capaces de repartir los beneficios entre 109.000 familias.

    La atomización es clave en el precio

    Los oleicultores son, cada día, más conscientes de que la atomización del sector influye de manera determinante en el precio. Por ello, hay movimientos que buscan integraciones o uniones en sociedades mayores (como cooperativas de segundo grado) para tener más aceite y, por lo tanto, mayor capacidad de negociación en el proceso de comercialización. La Unión, de Úbeda, se integrará, en unos días, en Jaencoop. Sumará los 10 millones de kilos de aceite anuales que controla a los 40 que ya tenía esta empresa. Además, la UPA tira de un grupo de cooperativas que estudian crear una sociedad de compra de materias primas y venta de zumo. Hay 10 que ya tienen el “sí” de sus asambleas de socios. Tendrán unos 25 millones de kilos, aunque hay otras 20 que estudian la incorporación. Mientras, la Denominación de Origen Sierra Mágina baraja la posibilidad de gestar una plataforma de graneles para defender el aceite de sus cooperativas en el mercado. Asimismo, Nuestra Señora de la Fuensanta, de Alcaudete, anunció, el 4 de diciembre, su adhesión a Hojiblanca, lo que supone la entrada de este grupo, que tiene gran peso en Málaga, Córdoba y Sevilla, por primera vez en Jaén. El sistema cooperativo se mueve para ganar tamaño ante la espectacular caída de los precios debido a la competencia involuntaria que existe para vender cada cosecha.

    Grandes aceiteras

    El Pilar
    La mayor productora de aceite de oliva del mundo. Está en Villacarrillo. Moltura más de 75 millones de kilos de fruto, que ofrecen 16 millones de kilos de aceite. Está en Jaencoop.

    Olivar de Segura
    Es una cooperativa de segundo grado de la Sierra de Segura. Maneja más de 16 millones de kilos de aceite.

    San Francisco
    Está en Villanueva del Arzobispo. Dispone de alrededor de 55 millones de kilos de aceituna, que otorgan alrededor de 11 de aceite. No pertenece a grupo alguno.

    La Unión de Úbeda
    Tendrá 10 millones de kilos de aceite gracias a una cosecha de 50 de aceituna. Este año se producirá su integración en el Grupo Jaencoop.

    San Isidro
    Se encuentra en el término municipal de Villanueva del Arzobispo. Pertenece al Grupo Jaencoop. Dispondrá de 39,4 millones de kilos de aceituna, que generarán 8,5 de aceite.

    El Alcázar, Baeza
    Opera en solitario en el mercado. Contará con 6,8 millones de kilos de aceite, ya que sus cooperativistas llevarán a la almazara alrededor de 28,5 millones de kilos de aceituna.

    Perpetuo Socorro
    Tendrá 20 millones de kilos de aceituna y 5 de aceite. Vende en la Comercializadora de Aceite de Alcaudete.

    San Benito
    26,5 millones de kilos de aceituna y 5,66 de aceite. Está en Porcuna. Vende por su cuenta.

    La Encarnación
    Está en Peal de Becerro. Vende por su cuenta. Tendrá 5 millones de kilos de aceite.

    San Gines
    Está en Sabiote. 22 millones de kilos de aceituna y 4,85 de aceite. Vende por su cuenta.

    Aceites Cazorla
    4 millones de kilos de aceite. Vende junto a San Vicente, de Mogón, en una cooperativa de segundo grado que maneja 8,5 millones de kilos.


    ¿Quién compra el aceite?

    La venta de 425 millones de kilos de aceite de los 500 que se producen cada año en Jaén depende de los grandes grupos. Es el 85% de la cosecha, que sale en cisternas. El resto lo comercializan los productores o se compra en los pueblos. Las decisiones de las compañías afectan a 109.000 familias.
    Cinco grandes grupos controlan el mercado del oro verde. SOS es el más potente porque ha conseguido que dos de cada diez litros que se consumen en el mundo sean de alguna de sus marcas. Además, crecerá más después de la compra de Bertolli a Unilever, que era una de las empresas extranjeras que más acudían a comprar. Frente a ellos, más de 300 minúsculas aceiteras que intentan cerrar un trato con los gigantes de la comercialización.
    El mercado se rige por la ley de la oferta y la demanda, gestada por el liberalismo económico británico de Adam Smith. Mucha oferta de aceite en las cooperativas ante pocas empresas demandando genera una devaluación del producto. Las cooperativas rebajan para intentar cerrar el trato antes que las del pueblo de al lado. Además, el sector oleícola aún no es todo lo profesional que debería. Faltan comerciales expertos que digan dónde y a qué precio se ha de enviar parte de la cosecha. Por ello, el mercado se vuelve intuitivo. El precio sube y baja en función de la lluvia, de reuniones entre las empresas, de las expectativas de campaña e, incluso, motivado por mensajes de dirigentes políticos en los medios de comunicación. El “tira y afloja” entre las cooperativas y los envasadores está descompensado debido a que la oferta de aceite no está concentrada.
    Asimismo, la Federación Andaluza de Cooperativas Agrarias (Faeca) denuncia que hay empresas que pactan con los grandes grupos la venta de todo el aceite a precios medios. La práctica es muy perjudicial, ya que los envasadores salen menos a comprar y hay más oferta, por lo que la cotización baja. Al final pierden los que tratan de venderlo por su cuenta, que han de devaluarlo, y los que tienen el trato firmado, ya que el valor medio baja por el parón en las operaciones. La pequeña dimensión de las cooperativas impide aventuras empresariales al margen de los grandes grupos y tampoco posibilita una defensa más fiera del precio del caldo que sale a granel.

    Rumbo al año 2013

    Las ayudas que llegan desde la Unión Europea garantizan 421 millones de euros cada año, que se reparten entre 109.000 agricultores de la provincia jiennense. Hacen rentable el cultivo del olivar con la estructura empresarial actual y han impulsado la modernización de las almazaras. La Política Agraria Comunitaria (PAC) actual estará en vigor hasta 2013. La última reforma premió, sobre todo, la calidad, ya que los oleicultores reciben dinero sólo por mantener la explotación activa. Da igual la cosecha que tenga porque el dinero se calculó en relación a una media histórica. El último cambio en el sistema de ayudas generó enorme incertidumbre en el sector oleícola. Incluso, la ministra Elena Espinosa se comprometió a que los olivareros no perdieran un sólo céntimo. Y, así fue. Sin embargo, en 2013, se hará una nueva PAC. En esa fecha, las ayudas cambiarán y no están garantizadas. De ahí que el sector ha de asumir diversos retos.

    La Ley del Olivar reconoce la singularidad del cultivo tradicional
    El anteproyecto está en proceso de redacción. Será una norma andaluza que regulará el sector oleícola y distinguirá la singularidad del cultivo tradicional, que es capaz de fijar la población al territorio y otorga un elevado valor económico y ambiental. La aprobación parlamentaria se prevé para comienzos de 2010. Ordenará la producción y el mercado del aceite. Asimismo, se definirá como un sector estratégico clave para el desarrollo de Andalucía, por lo que contará con la complicidad de la Administración autonómica.

    Concentración de productores en grandes y fuertes empresas
    La conquista del mercado no es posible sin estructuras empresariales sólidas y dimensionadas. De esta manera, se pueden proyectar nuevos retos de comercialización y hacer una defensa más fuerte del precio del aceite a granel. La Junta elimina las ayudas para las cooperativas que se creen, pero pagará hasta el 50% de los procesos de integración y fusión. El dinero público orientará para que el campo andaluz tenga grandes plataformas de compra y de venta.

    Reestructuración del olivar   para que sea más competitivo
    El “fantasma” del cambio en el sistema de ayudas y la desaparición de parte del dinero ha de impulsar la reestructuración del cultivo tradicional para que sea competitivo. Estará inspirada en más producción a menor coste. Se podrá hacer en fincas sin demasiada pendiente y en las que exista regadío o una meteorología que no sea muy extrema.

    Apoyo a las fincas de sierra que producen menos aceitunas
    El reto está en que, en 2013, no desaparezcan las ayudas de las fincas menos productivas. Están ubicadas en zonas escarpadas o de sierra. Por ello, se defenderá el valor ambiental y paisajístico y la importancia para mantener decenas de pueblos con vida.

    La Interprofesional del Aceite buscará más consumidores
    El sector oleícola aporta 7 millones de euros al año para impulsar la investigación y la promoción del aceite de oliva. Es dinero privado que se une a las ayudas públicas que se pueden conseguir del Gobierno español y de la Unión Europea. Buscará abrir nuevos mercados y ganar consumidores del preciado oro verde.

    Geolit será espacio para la innovación y el desarrollo
    Los científicos trabajarán codo con codo con los empresarios para innovar e implantar nuevas técnicas que mejoren el cultivo, la salud y la comercialización del zumo de aceitunas. El epicentro será el Parque del Aceite de Oliva, Geolit.

    Profesionalización de las cooperativas con universitarios
    El éxito en el mercado depende de la toma de decisiones basadas en criterios científicos o profesionales. Ahora, mucho aceite se vende en determinados meses y a un valor concreto debido a intuiciones o experiencias pasadas. Las aceiteras son, cada vez, más profesionales e incorporan a técnicos en mercadotecnia.

    Rejuvenecer a los oleicultores y más mentalidad empresarial
    Los oleicultores son, cada vez, más mayores. La falta de rentabilidad del cultivo en algunas ocasiones y la carencia de mentalidad empresarial ha hecho que miles de jóvenes hayan huido del oficio de sus padres y abuelos. El reto radica, ahora, en recuperarlos.

    Hacer frente a la producción de los olivares superintensivos
    Ya hay 50.000 hectáreas de olivar superintensivo en el mundo. Están en Chile, Portugal, Argentina, Marruecos, Argelia, Túnez, Grecia y España, entre otros países. La entrada en producción dará supercosechas, que pueden desestabilizar el sector y bajar aún más los precios si no se trabaja para aumentar el consumo.

    Mantener la calidad y vincular el aceite de oliva a la salud
    La apuesta por la calidad y la investigación que vincula el aceite a la salud son claves. A partir de 2010, se dirán los beneficios para las personas en las etiquetas.