Porque solo se vive una vez

Fiesta sorpresa para festejar los 60 años de Jero Muñoz Aguilar

03 dic 2019 / 09:14 H.
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Fue un día para no olvidar. El escenario, un lugar rodeado de inmejorables vistas, en pleno contacto con la naturaleza y a escasos kilómetros de Jaén: “Medios Panes”. Los “actores” de la “película”: amigos y familiares. Y la función principal: el cumpleaños —30+30— de Jero Muñoz Aguilar. Todo aderezado con las mejores viandas, con la marca Casa Paco como santo y seña, y una excelente compañía que, a tenor de las circunstancias, no se hizo pesada.

Empezó la mañana con preparativos y con un sol resplandeciente que hizo todos los honores para un cordobés de nacimiento y jiennense de corazón que tuvo que ponerse la coraza de las gafas de sol y la gorra, durante buena parte de la jornada, por si las moscas. Fue su esposa, Magdalena Espinosa, la organizadora de un cumpleaños que supo a gloria y en el que el espectáculo estuvo asegurado, sobre todo por su buen amigo Juan Villena, monologuista aficionado que no soltó el micrófono hasta que lo dejó sin pilas.

No se esperaba Jero Muñoz esta fiesta, a la que también asistieron sus hijos, Edu y Dani, cuya presencia inesperada le emocionó. La familia y los amigos aplaudieron la personalidad de un amante del deporte que llegó a Jaén en 1976 después de un recorrido por Zaragoza. Jugador del Club de Baloncesto Jaén y, después, entrenador, ahora preside otro club, el de los “Bicivoladores”, aficionados al ciclismo y a la cerveza y a quienes más vale no encontrárselos por esos carriles de Dios un domingo por la mañana. “Soy de la mentalidad de que cuando te embarcas para dirigir algo, siempre debe prevalecer lo mejor para el grupo”, dijo a los presentes. Trabajador del Catastro Municipal, Jero Muñoz puede dar fe de que, después de unos cuantos años en Jaén, ha conseguido reunir un grandioso tesoro: familia y amigos, y viceversa. Por algo será.

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