Jornadas para fraternizar

Una jornada colmada de sensaciones, encuentros y fraternidad sincera. Así, vivieron los cofrades de la hermandad villargordeña de la Vera-Cruz la festividad de Cristo Rey. La celebración de la santa misa contó con unas palabras, que salieron del mismo corazón del monasterio de Santo Toribio de Liébana, en el municipio cántabro de Camaleño. Dieron forma unos deseos para que los cofrades villargordeños mantengan sus lazos bien unidos por la devoción a las imágenes del Santísimo Cristo del Amor y Santa Vera Cruz, y que quedaron plasmadas en una carta que se leyó en alto, con un entrañable mensaje que invadió a los presentes de emoción.

Tras la eucaristía, los villargordeños tuvieron tiempo para disfrutar de una convivencia en el salón parroquial, donde no faltaron las risas entre los asistentes ni los buenos motivos por los que seguir dándose cita cada año. Algunos de los participantes, incluso habiendo dejado su vida en Villargordo, vuelven a la aldea para no perder la ocasión de reencontrarse con sus seres queridos y buenos amigos de toda una vida. Un día más, para el recuerdo y la celebración en el que la fraternidad fue la protagonista.