Chiclana respira romería

Un año más, avanzado el mes de mayo, hay una zona de El Condado que brilla de una manera especial. No hay calor que pueda con la alegría, voluntad y devoción de los chiclaneros por su patrona. Son muchos, la casi totalidad de vecinos, los que acompañan a pie a la Virgen de Nazaret desde Chiclana de Segura al paraje de La Carrasca, donde se celebra una coqueta romería. Es día de reencuentros entre amigos y familiares, unos venidos de otras partes del estado, el Levante sobre todo; otros de municipios colindantes. Una vez hecho el camino, con la Virgen en su ermita y tras la celebración de la misa, toca disfrutar de una jornada lúdica de convivencia a la sombra de las encinas, hasta que al caer la tarde se haga el camino de vuelta con la imagen hacia el pueblo. Suntuosos salones improvisados brotan en cada sombra, no faltan ricas viandas regadas con cerveza fresquita y vino. Es momento de risas, bailes y amenas charlas; de comer y beber, de saborear la felicidad del momento. Y eso es lo que hicieron los integrantes de Coro Chiclanero, ataviados con sus mejores galas para la ocasión, y el nutrido grupo de jóvenes, colectivo bullicioso donde los haya, el conocido como “Semos Tensión”.