boda en una gran familia
Luisa Jaenes y Rafael Escabias celebran sus 50 años de matrimonio
Si hay alguien que no conoce a Luisa Jaenes y Rafael Escabias en Valdepeñas es que no es de Valdepeñas. Se trata de una pareja sencilla, humilde y trabajadora que lucharon con valentía contra las vicisitudes de la vida y que, después de años de esfuerzo y sacrificio, tuvieron la recompensa de ver crecer a una gran familia. Sus seis hijos no quisieron pasar la oportunidad de una efeméride tan especial para agradecerles todo lo que les han dado. Educación, valores y, por encima de todo, bondad. Desde la mayor hasta el más pequeño, unidos como una piña, regalaron a sus padres el más sentido de los aplausos con la organización de unas bodas de oro que nunca podrán olvidar. Luisa Jaenes Martos y Rafael Escabias Extremera fueron engañados con un viaje a Roquetas de Mar. No es que la salud de ambos esté para tirar cohetes. Sin embargo, la familia cerró hasta el más mínimo detalle para que nada les faltara.
En el camino intuyeron que, después de cincuenta años de feliz matrimonio —con sus altos y sus bajos, como en botica—, algo se traían entre manos. Y así fue. Juana Mari, Rafael, Encarni, Antonio y Vicente Escabias Jaenes, acompañados de sus respectivos maridos y esposas y los ocho nietos, contrataron un hotel en la costa almeriense y eligieron el concurrido Paseo Marítimo para celebrar las bodas de oro. Faltó Juan Carlos que, por motivos laborales, no pudo asistir. Sin embargo, su mente y su corazón estuvieron muy presentes.
No faltó ni un detalle. Ataviados con indumentaria tipo ibicenca, los hijos mayores ejercieron de padrinos. Los nietos se convirtieron en protagonistas de la ceremonia. Elena y Eva se encargaron de los pétalos de rosa y de cantar y bailar una canción especial, y Natalia y Pedro, de las arras. Hubo anillos del Cristo de Chircales. Juan Amate, aconsejado por el párroco de Valdepeñas, Ildefonso Rueda, ofició un ritual que a nadie dejó indiferente. La boda se convirtió en todo un acontecimiento en el Paseo Marítimo y Luisa y Rafael renovaron sus votos con un beso y entre lágrimas.