“Un motero que amaba todo lo que hacía”
El sábado por la tarde, el pasado 12 de marzo, recibía en mi móvil un “whatsapp” que a día de hoy, aún no doy crédito de su contenido.
En ese “whatsapp” me decían: “Rocío, igual ya te has enterado, pero Toni ha sufrido un accidente de moto... Ha fallecido”.
Aún, al leerlo, se me pone el vello de punta. Con el paso de las horas me lo corroboraron... Antonio Pérez había fallecido esa misma tarde cuando regresaba de una concentración motera al colisionar contra otro vehículo.
Quién me iba a decir que el día de antes sería la última vez que le vería con vida. Igual ese “ya nos vemos”, que nos dijimos al despedirnos ese día, fue de alguna manera nuestra despedida.
Sea como fuere, el sábado 12 de marzo no me quedó otra que despedirme de un tío divertido, amigo de sus amigos, un guardia civil compañero de sus compañeros y, dicho por ellos mismos, servicial y entregado. Un motero que amaba lo que hacía, con una pasión por el motociclismo que lo llevaba en la sangre, estaba impregnado por ella y, quién sabe, igual esa pasión le ha llevado a la meta de su vida para emprender un nuevo viaje en el que, sin duda, ella seguirá siendo su compañera.
Toni, aquí siempre te recordaremos cariñosamente como “El Motero Civil”. Siempre te llevaremos con nosotros, al igual que sé que tú nos llevarás contigo. Disfruta de este nuevo viaje que acabas de emprender, y como siempre le digo a otro ángel muy querido por mí que tengo allí arriba, y que partió un año y dos meses antes que tú... Nos volveremos a ver.