“Te recordamos tan risueña como eras”

Dolores Torres Almazán. Aún no me creo tu partida. ¡Ha sido todo tan imprevisible! En estos días en los que estamos algo más tranquilos dentro de la cofradía, tras la Cuaresma y la Semana Santa, ¡quién nos iba a decir a nosotros que este sería tu último año! Preparamos eventos y seguimos trabajando diariamente con tu ausencia perenne en nuestros corazones.

Tus compañeras se desvelan por acicalar cada rincón y exorno floral del Camarín recordándote a cada instante. A veces se autoengañan pensando en que te has marchado de viaje y que pronto volverás para echarles una mano. Y es que así te recordamos, tan viva, risueña, siempre de aquí para allá dentro del santuario de Nuestro Padre Jesús.

Si hay personas dentro de la cofradía que más veces han bajado y subido esas angostas escaleras para preparar el ajuar de las imágenes, esas habéis sido vosotras, las camareras de la hermandad. Que si los alfileres, que si la túnica, la toca, la corona, y cómo no, preparar esas jarras para que a la imagen de María Santísima de los Dolores no le falte de nada y esté más bonita que nunca en este año que celebramos con gozo su 275 aniversario. Y es que has tenido la suerte de estar bien cerquita de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de María Santísima de los Dolores. Sin duda, ahora, te arropan con dulzura, como tú hacías con ellos en tu quehacer diario dentro de la cofradía. Te vamos a echar de menos Lolilla. No dejes de ser, en ese cielo en el que te encuentras y del que tantas veces hemos hablado, esa lozana coquetuela que siempre sonreía. Desde ese cielo, ¡cuídanos amiga!