“Te fuiste demasiado pronto, dejando una huella imborrable”

Hace un año que nos dejaste, un año vacío, un año lleno de recuerdos, de llamadas que nunca han llegado...

Te fuiste demasiado pronto, dejando una huella imborrable en nuestras vidas, en cada persona has ido dejando una pequeña parte de ti; sobre todo has dejado lo que eras, una magnífica persona.

En este año, te he buscado por todos lados, en cada amanecer, para que guiaras mis pasos que se quedaron muy perdidos.

Mi tita, mi madre, mi amiga, mi todo. Sé que de alguna forma sigues cuidándome como siempre has hecho, lo siento en cada paso que doy día a día. Aún te sigo pidiendo consejo para tomar algunas de mis decisiones importantes en la vida. Me dolió muchísimo despedirme de ti, pero sé que en el fondo nunca lo hice, porque nunca fue un adiós, si no un hasta siempre, porque para mí siempre estarás en mi corazón, esa huella que marcaste en mí jamás se irá.

Dicen que cuando un ser muy querido se va, duele tanto que se asemeja a 1.000 puñales clavados en el pecho, como si el corazón dejara de latir por un momento, te falta el aire. Puedo decir que esas sensaciones son tan reales que pienso que nunca dejan de doler. Eras increíble tita, siempre tenías una sonrisa para todo el mundo, ni un mal gesto. Nos has cuidado a todos como nadie lo hacía, nos dabas consejos como nadie sabía darlos, has sido muy buena amiga, muy buena compañera, muy buena en todo lo que hacías, que era dar y dar, sin esperar nada a cambio.

Te recuerdo cada día que pasa, en silencio, pero gritando por dentro. Es difícil acabar el día y que no vengas a mi mente, por algún pensamiento, por algún recuerdo, por alguna frase, por algún comentario, por cualquier cosa, siempre te tengo presente.

Gracias tita por ser eterna en vida y en nuestros corazones, gracias por todo lo que has hecho por cada uno de nosotros, gracias por habernos dado todo lo mejor de ti, gracias porque de ti hemos aprendido mucho de la vida, gracias por cuidarnos, gracias por serlo todo en mi vida, gracias por todo lo que me has ido enseñando a lo largo de mi vida, gracias tita, gracias por todo. Siempre te recordaré con una sonrisa, como cuando me veías entrar en casa.

Te quiero y no tengas ninguna duda de que nosotros lo haremos por siempre. Cuida de nosotros, nunca te olvidaremos.

Siempre eterna mi bonita.

Tu sobrina que te quiere.