“No disfrutaste lo suficiente esos años que quizás no aprovechaste”

12 abr 2020 / 08:00 H.
Ver comentarios

No pude despedirme de ti, darte un último abrazo, un último beso, un último “que cabezota eres”... No pudiste salir a desayunar con tus hijas, quejarte del abuelito, hacer tu arroz pastoso, pelar las patatas, comerte tu lomo al lado de unas cortezas, jugar tu parchís con propinilla... No saliste lo suficiente, te encabezonabas cada día con algo nuevo, le dabas demasiadas vueltas a las cosas, llorabas por nada... Aquella persona que se tiraba día y noche con su vecina haciendo cestos de papel de periódico que colocabas en todos los lugares de la casa y regalabas a toda tu familia. Cuando te comías dos churros contados mojados en el café, cuando comíamos todos juntos migas con su ajo y panceta y, por supuesto, naranja (cortada de dos formas distintas porque a cada una le gustaba de una manera). Cuando decías que no te ibas a dormir y al final te quedabas frita. Los ronquidos del abuelito que soltaba mientras “veía” el fútbol, todas las lágrimas que derramaste y que nosotras derramamos por ti. Todos esos años de vida que quizás no aprovechaste lo suficiente. Todas esas navidades con mantecados y bombones, todo el esfuerzo y cariño que hemos puesto en ti, toda la compañía que te dimos que siempre pensaremos que no fue suficiente, las historias que contabas y los comentarios que soltabas totalmente inesperados.

Quien diría que ya no podremos ir a comer los sábados arroz, que no nos sentaremos en el sofá de la salita con la estufa, el café y la televisión encendida, que no apostaremos nuestros 50 céntimos por una partida, que no nos tomaremos otra vez esos dulces de nata que tanto te gustaban. Que ya nada será lo mismo, que mi padre no tendrá que reparar más aparatos, que el reloj del salón dejará de sonar y las castañas asadas ya no sabrán igual.

Quien diría que nos sentiríamos tan solos incluso cuando pase la cuarentena. Porque a todos nos llega nuestra hora pero tú no la merecías justo ahora. Porque no nos abrazarmos en tu entierro y no nos podrán dar el pésame, ni siquiera todos pudimos ir. Porque los dos nos han dejado el corazón roto en tan poco tiempo y todos esos momentos juntos parecen como si hubiesen ocurrido ayer, pero no nos damos cuenta de que el tiempo vuela y nos quita a tanta gente justo en el momento más inesperado, no nos damos cuenta que no hay tiempo.

-->
Obituarios