“El ‘Princesa’ se ha quedado vacío”

18 abr 2020 / 08:00 H.
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Nos informaron que una guerrera joven del barrio de la Asociación de Vecinos del Tomillo y La Gloria de Jaén nos dejó, Teresa Parras, hija de nuestra expresidenta, Ascensión Expósito Tudela, una gran luchadora por su barrio.

Durante toda su vida ha demostrado ser divertida, alegre, guerrera y muy luchadora por su gente, sus hijos, por su barrio, El Tomillo, pero hace unos años le tocó luchar contra una fea enfermedad hasta sus últimos minutos, a la que por desgracia no ha podido ganarle.

Tere, tu barrio y sus vecinos siempre te recordarán con el coraje y valentía que has demostrado a lo largo de tu vida. Gracias por tantos años que has ayudado a esta asociación. Un abrazo a toda su familia en nombre de toda la directiva y socios de nuestra asociación y le queremos hacer llegar nuestro pésame. Descansa Tere.

Hace pocos días se nos ha ido Pedro del “Princesa”, en medio de esta atroz pesadilla que nos está castigando sin piedad. Su inesperada marcha nos ha conmocionado a cuantos hemos tenido la suerte de compartir nuestro trabajo diario con él durante tantos años. Muchos de nosotros hemos perdido a alguien cuyo carisma, entusiasmo y jovialidad siempre hizo fácil llegar a la amistad. Los hospitales de Jaén han perdido a uno de los referentes de la enfermería quirúrgica, al que —cuantas veces— recurrimos para que atendiera a pacientes con heridas quirúrgicas o curas complejas para que las resolviera, a sabiendas de su buen hacer, de su esmero, de su trato impecable con pacientes y compañeros. A sabiendas también de su entrega hacia su querida profesión a la que honró —aún más si cabe— con cada una de sus actuaciones diarias, siempre determinadas por la disciplina, la experiencia y la evidencia científica.

La sección de Medicina del Instituto de Estudios Giennenses ha perdido a uno de sus más activos colaboradores, pues desde ya hace muchos años la inquietud de Pedro por los aspectos sanitarios y por la cultura de nuestra provincia le hizo ocupar un lugar relevante en esta institución. También en la Universidad de Jaén. El dolor por su pérdida no nos invita a plasmar elogios fáciles, pues al contrario, su recuerdo
nos hace darnos cuenta de qué difícil es reflejar con
palabras los sentimientos labrados durante varias décadas. Quizá todo se pueda simplificar cuando hablamos de alguien como él con lo que debería encabezar el currículum de cada uno: ser una buena persona y un buen
profesional. El “Princesa” se ha quedado un poco más vacío. La Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria se ha quedado un poco más vacía. Pero el recuerdo de Pedro Carrillo y sus enseñanzas permanecen entre nosotros.

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