“En La Iruela hizo una gran labor, siendo muy querido por los vecinos”

22 ene 2017 / 08:00 H.

Rufino Almansa Tallante nació en el municipio de Cazorla el 28 de febrero del año 1931. Estudiaría Bachillerato en el Instituto de Baeza, donde dedicaría gran parte de su tiempo libre en un laborioso trabajo de copia de todos los escudos heráldicos de la ciudad, comenzando así su dedicada tarea como el gran investigador histórico que se puede considerar que, sin ninguna duda llegó a ser.

Ingresaría en el Seminario de la ciudad Jaén, donde acabaría sus estudios y sería ordenado sacerdote en el año 1962. Su primer destino sería La Bobadilla, para posteriormente pasar a trabajar como secretario del Arzobispo de Valladolid, en Castilla y León, desde el año 1970 a 1974. En 1979 pasaría a ser capellán de la Ciudad Sanitaria “Ciudad de Jaén”. No sería hasta el año 1989 cuando Rufino Almansa fue nombrado párroco y cronista oficial del municipio de La Iruela, municipio en el que tanto le recordamos y lo echamos de menos.

Aparte de su formación como sacerdote, también se licenciaría en Teología e Historia del Arte. En el campo de la museología y conservación del Patrimonio Artístico, sería nombrado miembro de la Junta Técnica de Obras y Arte del Arzobispado de Valladolid y colaboraría activamente en la formación del Museo Diocesano. En 1984 fue nombrado Miembro de la Comisión Diocesana de Arte Sacro de Jaén y en 1992 dirigiría la formación del Museo Diocesano Catedralicio de Ciudad Rodrigo en Salamanca.

Muy valorada es, como se ha dicho, esta persona en La Iruela y Cazorla, donde ya siendo párroco y cronista oficial del municipio iruelense, sería nombrado en 1991 miembro de la Real Cofradía del Santísimo Cristo del Consuelo de Cazorla y también de la Academia Bibliográfica Mariana “Virgen de la Capilla” de Jaén.

Entre sus trabajos documentales hay que destacar su colaboración en el Anuario del Adelantamiento de Cazorla, y en la revista “La Senda de los Huertos”. También ha publicado numerosos artículos en el Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, en la Revista Clavileño, Demófilo, en la edición póstuma del Diccionario Biobliográfico del Santo Reino de Jaén, que edita la Excelentísima Diputación de Jaén y en otras publicaciones de carácter provincial y local.

Fue autor del libro “Cazorla y su Cristo del Consuelo”, publicado en el año 1997, y “El Cristo del Consuelo, sobre su origen y devoción en Cazorla.”, del año 2014. Sobre este tema complementa información en los programas de Fiestas de Septiembre del municipio que da nombre al parque natural. También, en los programas de ferias y fiestas de La Iruela, —desde donde le escribo este texto en forma de homenaje— escribiría cada año un artículo sobre una parte de la historia de este pueblo, destacando los artículos que hablan de sus iglesias, campanas, escudos heráldicos y otros elementos históricos de gran interés. En sus últimos años de vida estuvo trabajando en un libro sobre la historia de La Iruela, un libro del que los amantes de la historia esperamos que vea la luz de forma próxima

En este municipio de la Comarca de la Sierra de Cazorla hizo una gran labor, siendo muy querido y respetado por todos los vecinos. Lograría que se hicieran reformas en la Iglesia de la Inmaculada Concepción, adquiriendo algunas imágenes como la del Cristo Crucificado. Fue importante su trabajo con las cofradías como la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Entierro, la Cofradía de la Virgen de los Dolores, San Blas, Santo Domingo de Silos, o la Virgen de los Desamparados.

También se puede calificar de realmente importante para todos nosotros, los que lo apreciamos por su gran labor, la atención que le dedicaba, con especial atención, a los enfermos y a los ancianos, a los que siempre respetó, pero también a varias generaciones de niños y niñas de La Iruela que, a día de hoy, ya siendo adultos recuerdan historias que les contaba al calor de su brasero o algún villancico del gran repertorio que les enseñaba los meses cercanos a la Navidad en la catequesis o al numeroso grupo de monaguillos que tenía año tras año en sus misas y procesiones de Semana Santa.