Despedida a un ser muy especial

Amigo mío, y digo bien, pues pasaban meses sin vernos pero con un café, tu sonrisa y mis ironías, siempre viajábamos a los 90. Tantas anécdotas recordadas...

Qué discreto eras, qué buen confidente, qué buen amigo, pues siempre te “desvivías” por los demás sin cansarte pero con la mesa más desordenada que he visto. Eso sí, lo solucionabas todo.

¡Qué bonito! Sin tantas tecnologías, cómo pensabas en los demás... Es curioso, siempre nos decíamos: “¿eres feliz?”. Reíamos y, a voces, siempre nuestra frase: “Pues tira y no cambies...”

Salvo por lo de tu madre, alguna cosilla últimamente de salud y algún aprovechado de tu buen corazón, te pregunto: ¿has sido feliz ? Pues sí, Javi, lo has sido, lo sé.

Has sido un buen hijo, un buen hermano, un buen amigo, un buen profesional, pero, ante todo, Javi, tiraste y no cambiaste lo que eras, una buena persona.

Qué difícil escribir esto, qué duro. No me lo creo. Hasta siempre, Javi.

El 14 de abril de 2019, a las puertas de la parroquia de Juan Pablo II de Jaén capital, tuve la oportunidad de comprobar, en primera persona el entusiasmo de un cofrade por la Cofradía de la Santa Cena. Era Gonzalo Pérez Zafra, quien narró, con entusiasmo, la salida de la procesión, en una retransmisión de Diario JAÉN. Compruebo con estupor, cuando faltan pocos días para el aniversario, que Gonzalo ya no está entre nosotros. En estos días de confusión por la crisis del coronavirus, cayó como una bomba la noticia de que había fallecido de manera repentina e inesperada. No soy el único al que el corazón, y con él todo el cuerpo, le dio un vuelco.

Tuve la ocasión de tratar y de hacerme amigo de Gonzalo Pérez a raíz de la creación de la asociación Agricultores en Defensa del Olivar, una iniciativa que fundó y que vivía con intensidad. Por desgracia, su pérdida deja huérfanos este y otros muchos proyectos.